El Movimiento Estudiantil 19 de Abril, de la estatal Universidad Nacional Agraria (UNA), informó a través de un comunicado, que 43 estudiantes de esa casa de estudios superiores fueron reintegrados a sus clases, tras la decisión del Consejo Universitario de levantar la sanción por “actos de indisciplina muy graves”, que les habían impuesto el 11 de diciembre del 2019, tras una serie de protestas dentro de su reciento contra un intento de fraude por parte de las autoridades de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), durante las elecciones estudiantiles de esa Alma Máter.
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Según informa el Movimiento Estudiantil 19 de Abril, con esta nueva decisión de las autoridades de la UNA queda sin efecto la medida que enfrentaban cuatro estudiantes que habían sido sancionados con expulsión definitiva, ocho que estaban expulsados por un año y 31 estudiantes a quienes les habían quitado la beca por un periodo de un año.
Hasta el cierre de esta edición, la Universidad Agraria no publicaba la resolución oficial que de cuenta de la suspensión de la medida contra sus 43 estudiantes, sin embargo, el Movimiento Estudiantil 19 de Abril, en su comunicado, afirma que la decisión fue tomada por que “se comprobó que (para su expulsión) no se llevó a cabo el debido proceso de notificación antes de sancionar a los estudiantes”.
Los hechos que habían provocado la protesta en la UNA, por la cual fueron expulsados los estudiantes, se registraron el miércoles, 27 de noviembre de 2019, cuando un grupo de sujetos enviados por UNEN-Nacional, bajo control del FSLN, llegó a la Universidad Agraria a conducir un proceso fraudulento mediante el cual intentaron apropiarse de los cargos en la dirigencia estudiantil. Decenas de universitarios reaccionaron y expulsaron a pedradas a los desconocidos, quienes huyeron en una camioneta Hilux doble cabina.
La dirigencia nacional de UNEN opera por órdenes del partido gobernante y funciona como un grupo de choque contra cualquier atisbo de protesta tanto dentro como fuera de las universidades. El movimiento estudiantil orteguista, junto a la mayoría de rectores y decanos de las universidades públicas han actuado en coordinación con el oficialismo para reprimir las protestas ciudadanas, encabezadas por estudiantes, desde abril de 2018.
En total, después de la rebelión de abril, unos 240 universitarios fueron expulsados de las aulas por haber expresado su descontento con la dictadura de Daniel Ortega o por haber participado en las protestas y tomas de recintos.