El excarcelado político Ulises Josué Rivas Pérez, originario de Santo Domingo, Chontales, fue declarado culpable por delitos de robo agravado y lesiones graves por la justicia orteguista. Su sentencia será leída el jueves, 13 de febrero.
Rivera fue secuestrado por la Policía de la dictadura en el municipio de Comalapa, el 1 de septiembre de 2019, después de haber regresado de su exilio en Costa Rica donde resguardaba su vida del acoso de fanáticos del régimen. El 30 de diciembre de 2019, lo dejaron libre bajo régimen carcelario de casa por cárcel.
Su abogado defensor y miembro de los Abogados Defensores del Pueblo, Julio Montenegro, dijo en conferencia de prensa que los testimonios se contradicen y los hechos de lo que los acusan no los acreditan debidamente.
“Nella Gallardo Ríos, la juez de juicio de Chontales, Juigalpa, determinó la responsabilidad asombrosamente de Ulises Josué Rivas, cuando los testigos del Ministerio Público fueron notoriamente contradictorios porque tanto en la acusación como en el intercambio de pruebas se hablaba de que Ulises había entrado con un cuchillo para robarse un celular de segunda mano y unos sombreros usados. Pero ya estando propiamente en la audiencia de juicio, dice que entraron algunos y que Ulises se había quedado en la parte de afuera, y que lo que hubo fue un chilillazo que se le dio a una de ellas”.
Montenegro agregó que ese planteamiento “cambia la versión del Ministerio Público; pero aparte de eso la prueba documental muestra muchas dudas y no tiene valor alguno; estas copias simples no acreditan la destrucción o daños, no se acredita ningún tipo de robo”.

De igual manera, resaltó que el proceso se inició hace 16 meses, después del hecho y todos los elementos apuntan que es de índole política y no de delito común.
Unidad para la libertad
Ulises aseguró que el único camino para que no se den más casos viciados es la unidad de todos los movimientos sociales para derrotar al dictador Daniel Ortega, porque en cada juicio organizan qué van a decir los jueces y los testigos.
Resaltó que durante el juicio no respetaron su privacidad porque le quitaron su celular, mientras los que estaban en la sala intercambiaban información a través de los celulares.