Grace Montserrat Espinoza, de 14 años, fue reportada a través de las redes sociales por su mamá Blanca Espinoza como desaparecida la tarde del dos de enero de 2020. Según la denuncia, la adolescente se extravió al salir de su clase de pinturas que la recibe en una casa particular en Monte Tabor, Managua.
La adolescente es estudiante de secundaria del Colegio Hilario Sánchez y su familia habita en Carretera Sur, kilometro 12.5. Espinoza detalló a Artículo 66 que “salimos bien de la casa, no discutimos ni nada, llegó a su clase de pinturas; las recibió pero al regresar dicen sus compañeros que ella se adelantó, por lo que nosotros iremos a un supermercado donde presuntamente fue el último lugar que visitó mi hija”.
Asimismo, aseveró que ya interpuso la denuncia por la desaparición de su hija ante la Policía Nacional e insistió en que la menor no cuenta con celular y que no se encuentra ni en casas de sus compañeros, ni en la de sus familiares, ya que ellos se han solidarizado con ella y están difundiendo la información para encontrarla pronto.
También su progenitora remarcó que su hija no tiene conflicto ni problema con nadie, “es más mi hija ni salía de la casa, solo del colegio a la casa, de las clases de pinturas a la casa y de la venta a la casa nada más”. La madre de la menor solicita que cualquier información se la hagan saber a los números 7762 – 2130, la adolescente viste de camisa blanca manga larga, falda negra estampada.
Nota relacionada: Ola de desapariciones de adolescentes en varios departamentos de Nicaragua
En enero de este año, en varios departamentos del país más de cuatro adolescentes, entre las edades de 13 a 15 años, fueron reportadas a través de las redes sociales por sus familiares como desaparecidas. Organizaciones feministas han condenado los sucesos y aseguran que es una «campanada de alerta» que llama a la sociedad a tomar responsabilidades en la prevención de la violencia, ante la inacción y complicidad del régimen orteguista.
Tania Sánchez, de 15 años, originaria de Nueva Segovia, fue reportada como desaparecida el 19 de enero, según la denuncia de su progenitora la adolescente recibía mensajes en Facebook de un hombre quien la amenazaba que “se tenía que ir con él o de lo contrario le haría daño a su familia”, ella apareció ocho días después en una zona fronteriza con Honduras y fue encontrada por la Policía.
Ante un Estado de impunidad e indolencia
Para María Teresa Blandón, del Movimiento Feminista de Nicaragua, la desaparición de niñas y adolescentes ha sido un problema anterior a la crisis sociopolítica que atraviesa el país. Sin embargo, aseguró que “esto se inscribe en el marco de las redes de explotación sexual que tienen a sus principales víctimas a niñas y adolescentes (…) debido a que hay una asociación entre redes de narcotráfico y de explotación sexual”.
También, insistió en que no hay sanciones conforme a la Ley porque “violadores, explotadores han sido indultados por el régimen Ortega Murillo (…) y el mensaje que se lanza a la sociedad es de altísima tolerancia ante estas formas de violencia contra las niñas y adolescentes”. Asimismo, aseguró que es un problema endémico pero que “lo nuevo en este país es la indolencia, la falta de actuación de las instituciones públicas: Policía, Ministerio Público, Ministerio de la Familia y otros que no hacen nada”.
Ya encontraron a la cochona