Entre octubre y noviembre de 2019, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha intensificado las violaciones de los derechos de reunión pacífica y libertad de expresión, así como el acoso y persecución contra los nicaraguenses, según registró la Oficina del Alto Comisionado de las Nacionales Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en su boletín bimensual de seguimiento a la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018.
El informe de la OACNUDH desgrana que ante sus oficinas recibieron denuncias de excarcelados políticos, familiares de opositores encarcelados o fallecidos, líderes religiosos, periodistas, dirigentes sociales y defensores de derechos humanos, quienes aseguraron haber sido víctimas de ataque, detenciones arbitrarias, amenazas e intimidaciones, perpetradas por la Policía orteguista y grupos paramilitares.
«La Policía Nacional siguió restringiendo las libertades fundamentales a través de la prohibición sistemática de las manifestaciones y el despliegue de un gran número de agentes de policía en lugares públicos, lo que impidió que la gente protestara por temor de ser arrestada».
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Asimismo, la OACNUDH condenó el ataque ocurrido el 21 de noviembre en la iglesia San Juan Bautista en Masaya, donde fanáticos orteguistas irrumpieron el templo donde se realizaba una misa en honor a los presos políticos. «La violenta turba fue repelida por los feligreses, que lograron cerrar y bloquear las puertas de la iglesia. Un grupo progubernamental presuntamente retuvo y golpeó a una persona fuera de la iglesia, que luego fue entregada a la Policía . Los agentes de policía se abstuvieron de intervenir para controlar a los partidarios del gobierno afuera de la iglesia. Debido a los disturbios, el sacerdote suspendió una procesión que debía salir de la iglesia de San Juan Bautista hacia la de San Miguel», denunció.
#Nicaragua – Ya está disponible el boletín bimensual de seguimiento a la situación de derechos humanos en Nicaragua correspondiente a octubre y noviembre de 2019.
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Inglés ?? https://t.co/eFkD8MfreX— OACNUDH (@OACNUDH) December 21, 2019
Por otra parte, el alto organismo de derechos humanos documentó el secuestro arbitrario de los 16 jóvenes conocidos como «Los Aguadores», quienes fueron detenidos el 14 de noviembre en Masaya, luego que intentaron llevar agua a los familiares de presos políticos que realizaban una huelga de hambre, dentro de la iglesia San Miguel Arcángel, ubicada en la Ciudad de Las Flores.
«El 17 de noviembre, los 16 opositores políticos detenidos fueron acusados de tráfico de armas. Destacadas defensoras de derechos humanos, como Amaya Coppens y Olga Valle se encontraban entre las personas detenidas. Coppens es una líder estudiantil belga-nicaragüense que había estado detenida durante ocho meses en el contexto de las protestas y que fue puesta en libertad el 11 de junio de 2019, en aplicación de la Ley de Amnistía».
Con este informe, la instancia internacional concluyó que en Nicaragua persiste la
impunidad de los responsables de las graves violaciones a los derechos humanos
registradas desde abril de 2018. El órgano represor continúa en las calles evitando cualquier tipo de manifestación contra el tirano.
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Además, recomendó al régimen orteguista realice «la liberación de todas las
personas que puedan estar detenidas arbitrariamente y a que se asegure el respeto de sus
salvaguardias legales fundamentales»y reitera que «el gobierno debe poner fin a la persistente represión de la disidencia y al actual patrón de detenciones arbitrarias y abstenerse de criminalizar y atacar a los defensores de los derechos humanos, a los opositores políticos y a cualquier otra voz discrepante».