Los familiares del fallecido José Isaías Ugarte López, conocido como “Chabelo”, se vieron obligados a cancelar la misa de nueve días por el descanso de esta víctima de la dictadura debido al fuerte asedio por parte de la Policía al servicio de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La ceremonia religiosa tenía previsto efectuarse a las tres de la tarde de este miércoles, 11 de diciembre, en la capilla El Calvarito de San Juan, ubicada en el barrio San Jerónimo, de la ciudad de Masaya.
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Ángela Oporta, viuda de Ugarte, señaló que la decisión de no celebrar la misa se tomó para evitar más represión y que la Policía orteguista secuestrara a ciudadanos que están en contra de la dictadura. “Llamé al padre para cancelar la misa, la verdad ya estoy cansada de tanta represión, no quiero que siga el hostigamiento y que por esta actividad hayan más secuestrados”. Además, dijo que pese a que no se realizará la misa, sus familiares harán un “rezo” en su casa pidiendo por el alma de “Chabelo”.
Por su parte, el padre Harving Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista de Masaya, dijo a Artículo 66 que el actuar de la Policía es otro atropello más a la libertad de culto. “Rezar por un difunto no es delito, esto es triste porque la Policía está impidiendo que los fieles católicos lleguen con libertad a la iglesia”
Además, el párroco exhortó a la dictadura de Daniel Ortega a que no impida que los ciudadanos hagan uso de su derecho de ir a la iglesia. “Ellos (el gobierno de Ortega) tienen miedo de que el pueblo se levante, si ellos dicen que todo está normal, pues que permitan la libertad de culto”.
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El domingo, primero de diciembre, “Chabelo” fue ultimado a tiros en el sector conocido como El arenal, luego que la Policía los emboscara cuando se desplazaba en un carro en compañía de dos jóvenes. En el comunicado de prensa, la institución policial informó que los hechos se dieron cuando Ugarte no acató la orden de detenerse, mas bien se enfrentó a balazos con los agentes orteguistas y afirmó que este era un delincuente y jefe de la banda delincuencial “Chabelo” que según ellos operaba en Masaya.
Los señalamientos de la Policía del régimen son rechazados por la familia de Ugarte, los cuales afirman que su familiar no era un delincuente, sino un exguerrillero sandinista que se negó reprimir al pueblo en las protestas sociales de 2018 y que más bien se unió a la lucha cívica del pueblo nicaragüense, lo cual le costó asedio, persecución y la muerte.
Luego del asesinato de “Chabelo”, la presencia policial y paramilitar se ha hecho más notoria en la ciudad de Masaya, donde siguen las persecuciones y detenciones arbitrarias. Al cierre de esta nota la capilla de El Calvarito quedó asediada por cinco patrullas y decenas de antimotines. Igualmente, al equipo de Artículo 66 un agente policial con grado de comisionado le tomó fotografías cuando salía del lugar.
Estos asesinos y criminales no tienen perdón de Dios. Que lamentable la fe estos arrastrados que se prestan a reprimir al pueblo desarmado.
Clase pánico Orteguistas, el señor Ugarte (q.e.p.d) los dejó tan aterrados, que le temen aún ya muerto. “Pongan su barba en remojo” Así empezó el derrocamiento de Somoza, nadie quiere guerra otra vez, pero parece que Daniel, sí. Para él es fácil hablar de armas, no estando en la guerrilla, ni en los 70s ni ahora. Cobarde.