“Julio no murió, el gobierno lo mató”, fue una de las consignas que gritaban familiares, vecinos y amigos de Julio César Sandino, de 31 años, uno de los ciudadanos asesinados junto a José Isaías Ugarte, conocido como “Chabelo”, este domingo, primero de diciembre, durante un enfrentamiento con oficiales de la Policía Nacional, en Masaya. El féretro fue trasladado en caravana de vehículos hasta el cementerio privado de Sabana Grande, en Managua.
Durante el recorrido hacia el cementerio, una patrulla motorizada de la Policía asedió a los que acompañaron el último adiós de Sandino. Además, también fue evidente la presencia intimidatoria de al menos 4 civiles, en motos, los que fueron identificados como paramilitares. Pese a la presencia de los agentes de la dictadura, no hubo mayores incidentes.
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Al llegar al cementerio, los familiares gritaron enardecidos: “Julio César Sandino, ¡Presente!”, consigna que ha encabezado los sepelios de los más de 325 nicaragüenses asesinados a manos de la Policía y civiles armados bajo control de régimen Ortega Murillo.
En una entrevista a Artículo 66, su madre, Ruth Sandino señaló que Julio César participó de las protestas antigubernamentales iniciadas en abril de 2018, además estuvo atrincherado en la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI) junto a los estudiantes que se rebelaron contra la dictadura. Uno de sus hermanos remarcó que “Julio César era una persona soñadora e imaginaba una Nicaragua libre”.
Por su parte, una de sus familiares refutó la versión de la Policía Nacional de que el ciudadano era un delincuente y que pertenecía a la supuesta banda delincuencial conocida como “Chabelo”. “Somos los que anduvimos luchando y vamos a seguir luchando siempre, él no era ningún ladrón, ni violador, este gobierno esta muy equivocado en decir que él era un asesino porque siempre fue un chavalo decente, honesto, trabajador para su hijo y se metió a la lucha para ver a Nicaragua libre”, gritó la vecina al entrar al camposanto.
Nota relacionada: Julio César Sandino, uno de los civiles asesinados junto a “Chabelo”, en Masaya
La progenitora de Julio César dio palabras de agradecimiento a quienes los han acompañado en su dolor y recordó frases que Sandino dedicó a su hijo de siete años. “Me siento orgullosa de él (…) hasta hoy conozco su seudónimo TT y quiero decirle que mueve gente, que lo voy a extrañar mucho y desde días atrás le dedicó a su hijo: ´hijo él día que ya no puedo ir más hasta ti, no te olvides venir hasta mí´”, leyó la madre del fallecido.
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Al sepultar el féretro los familiares y acompañantes cantaron el Himno Nacional y le colocaron en el ataúd una bandera de Nicaragua. El día de su asesinato, la Policía Nacional emitió un comunicado en el que señaló que Julio César Sandino, José Isaías Ugarte, conocido como “Chabelo” y Melkin Aguirre, conocido como “El Grillo”, los tres civiles aniquilados en la balacera eran “delincuentes”, e informó de la ocupación de un fusil AK con serie borrada, 2 revólveres calibre 38, uno marca Taurus, número de serie 5647 y otro con serie borrada.
Y los genocidas tienen la desfachatez, vinilos e hipocresía de tildarnos a los azul y blanco de somocistas, cuando ellos han superado a Somoza en cuanto al genocidio que están cometiendo. No hay más somocistas que los genocidas y su plebe de asesinos y criminales junto con su policía y ejército pretorianos. Genocidas.