El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) denunció a través de un comunicado la embestida desatada por la dictadura de Ortega, sus operadores y su maquinaria de propaganda en contra del empresariado nacional tras la decisión de los representantes del gran capital de salirse del amorío que mantuvieron por casi 10 años y sumarse a la población que se volcó en contra del régimen orteguista, en abril de 2018.
El COSEP declara en su nota de prensa que “la campaña y amenazas han tomado un giro grave a partir del siete de septiembre pasado, cuando líderes gremiales empresariales de COSEP fueron objeto de un atentado criminal ejecutado por estructuras partidarias de gobierno”.
El siete de septiembre, los representantes de la empresa privada fueron atacados por agentes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo mientras viajaban a León a acompañar en su retorno a su ciudad natal al periodista Aníbal Toruño, director de Radio Darío, quien estuvo en el exilio tras la quema de la emisora que el dirige y el asedio de los fanáticos de la tiranía.
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Igualmente, agregaron que el asedio “se ha agravado cuando los días 8, 12 y 13 de noviembre recientes, dirigentes y miembros de la estructura del partido de gobierno, comienzan a hacer directas y graves amenazas en contra de organizaciones y líderes gremiales del sector privado”.
A la salida de León un retén de la policia nos detuvo mientras llegaba una turba de motos que empezaron a atacar con piedras y bates gritando que quieren “paz”. pic.twitter.com/MXHqW782fU
— Jose Adan Aguerri Ch (@jaguerrich) September 7, 2019
En su comunicado, los empresarios hacen responsable “al gobierno y sus estructuras partidarias de cualquier daño físico a la integridad de nuestros dirigentes y colaboradores empresariales, de cualquier daño o atentado en contra de nuestras entidades gremiales y sus bienes, así como cualquier daño a la propiedad privada en general”.
Por otro lado, el 13 de noviembre, el sindicalista Roberto González notablemente furioso amenazó con confiscar las empresas del sector privado que no se quieran someter a la dictadura. “Y el que se atreva a sabotear las empresas, la economía de nuestro país, nosotros vamos a asumir esas empresas de los empresarios golpistas que dejen de producir, porque la clase trabajadora la vamos a hacer producir”.
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En su comunicado, los empresarios además dejan sentado que desde el inicio de la crisis sociopolítica que vive el país, en abril de 2018, las cámaras aglutinadas en el COSEP han actuado en el marco de la legalidad, “en la promoción y defensa firme de la libertad, la democracia, la justicia y los derechos humanos de todos los nicaragüenses”.
En el texto también insisten en que el empresariado ha promovido el diálogo entre la oposición y el régimen para resolver la crisis, y declaran que seguirán trabajando para lograr un acuerdo definitivo “que permita reconducir el país por el camino de la democracia, la justicia, la seguridad y la prosperidad.
La última amenaza del orteguismo contra los empresarios fue vertida por el propio Juan Carlos Ortega Murillo, hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quien llegó con una portátil de sus amigos a leer una cartilla y recetar balas contra los miembros del sector privado, a quienes tildó de “golpistas” y “enemigos del pueblo”, desde las afueras de la sede central del COSEP, en Managua.
El cosep se mete a jugar con hombres y después sale llorando