Entre 78 y 34 protestas se han realizado en los últimos cinco meses en el país, la mayoría lideradas por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), diferentes movimientos sociales y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), según un estudio realizado por el sociólogo Sergio Cabrales, quien desde el inicio de la crisis en abril de 2018, ha venido registrando y analizando los tipos de manifestaciones que se realizan en Nicaragua.
Desde el asesinato del joven Matt Romero, en septiembre de 2018, las protestas en Nicaragua decrecieron a causa del temor y el miedo de los ciudadanos de ser la próxima víctima mortal de la dictadura. A partir de octubre hasta febrero de 2019, se dieron de 17 a 6 manifestaciones por mes.
Sin embargo, en marzo de este año las personas volvieron a las calles aprovechando la reanudación del diálogo nacional y así demostrar que la familia presidencial no tenía interés de encontrar una salida a la crisis sociopolítica. De igual manera, recomendaban que antes de seguir con la negociación el régimen tenía que liberar a casi 900 presos políticos, que en ese momento, estaban secuestrados en en los sistemas penitenciarios de Nicaragua.
En el mes de marzo se realizaron 78 manifestaciones, en abril 33 protestas para aprovechar las festividades religiosas y evitar agresiones; en junio 18 plantones logrando la liberación de la mayoría de los reos políticos.
En julio los ciudadanos autoconvocados realizaron 27 actividades y el Gobierno de Ortega se levantó de la mesa de negociación. En agosto, las manifestaciones aumentan a 38, en septiembre a 34 y octubre cierra con la misma cantidad.
Según el estudio de Sismología Social, los puntos donde frecuentemente protestan los ciudadanos es la Universidad Centroamericana (UCA), el edificio Pellas, carretera a Masaya, entre otros.