Durante el acto del 39 aniversario de fundación de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, la tarde de este martes, 13 de agosto, Daniel Ortega aprovechó para revivir la vieja promesa de construir un canal interoceánico por Nicaragua, obra que ha estado estancada, pese a que Ortega aprobó, en junio de 2013, la Ley 840, que entregaba la concesión para la construcción de la mega obra, a un sospechoso inversionista chino de nombre Wang Jing.
El anuncio que hizo el dictador Ortega despertó críticas y rechazo por parte de los principales líderes campesinos. Mismos que desde el 2013 iniciaron una intensa jornada de protestas, que incluyó más de 100 marchas en distintos puntos del país y el levantamiento popular del campesinado, que se ubica en la franja de 278 kilómetros por donde pasaría el zanjón que partiría al país en dos.
Durante los seis años de resistencia campesina, los líderes del movimiento anticanal y otros ciudadanos recurrieron por inconstitucionalidad contra la Ley 840, ante la Cortes Suprema de Justicia (CSJ). Según sus argumentos, la concesión viola la soberanía de los nicaragüenses y la Constitución Política. Los más de 30 recursos fueron rechazados de tajo por la CSJ.
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“No es una locura pensar en un canal por Nicaragua (…), nosotros no hemos renunciado, y al contrario, tenemos con el pueblo nicaragüense, históricamente tenemos el compromiso que se haga realidad el canal en Nicaragua. Ustedes saben que se ha trabajado, está en la fase de preparar nuevamente los estudios medioambientales, que ya se había presentado pero que deben hacerle ajustes”, aseguró Ortega en su discurso.
Amenaza para los campesinos
Ortega se volvió a lanzar en su aventura temeraria, pese a que el plazo de seis años que establecía su misma ley, se venció el 14 de junio de 2019.
El líder campesino y exreo político del régimen, Medardo Mairena en una conferencia de prensa en horas de la mañana consideró que el anuncio de Ortega “es una amenaza y una manera de provocar a los nicaragüenses para continuar secuestrando y asesinando”. Por otro lado, aseguró que los campesinos están dispuestos a continuar con la lucha hasta últimas consecuencias.
“Preferimos morir en nuestras tierras, pero no vamos a dejar que la dictadura nos las robe. Vamos a defendernos hasta con nuestra propia vida, si es necesario”, advirtió Mairena.
El dirigente del movimiento anticanal también reprochó al dictador Ortega que pretenda arrebatarles sus propiedades que les han sido heredadas de generación a generación. “Eso es algo que jamás va a entender Ortega. Para nosotros el valor de nuestras tierras radica en que es el patrimonio que nos heredaron nuestros abuelos, primero a nuestros padres. Ahí nosotros aprendimos a trabajar. Nuestros padres nos enseñaron a trabajar y ahora nosotros les hemos enseñado a trabajar a nuestros hijos y son tierras que se las vamos a heredar a nuestros hijos. Nosotros ahí trabajamos por que de ahí sobrevivimos y es eso lo que vamos a defender, incluso con nuestras vidas”, insistió Mairena.
Medardo Mairena destacó que pese a la persecución que han sufrido sus colegas líderes campesinos hoy están más fortalecidos que nunca. “Los campesinos estamos más organizados, y hasta están surgiendo nuevos liderazgos, y nuestros hermanos que están en el exilio tampoco han abandonado la lucha, hoy están firmes luchando desde cualquier trinchera”.
Por su parte, la líder campesina, exiliada en Costa Rica, Francisca Ramírez coincidió con Mairena al considerar que Ortega continúa amenazando a los campesinos. “Es un acto de desesperación porque el régimen de Ortega quiere desviar la atención de todos los crímenes de lesa humanidad que ha cometido en Nicaragua, y que quiere mantener sus bases siempre en las mentiras como el proyecto del canal, como única “salida de la pobreza”.

Ramírez se refirió al vencimiento de los seis años para que el régimen de Ortega recibiera el financiamiento. “El proyecto del canal no puede ser, y cualquier empresario que quiere invertir en el proyecto ya es inválido, porque después de seis años de haberse aprobado la ley y no se haya hecho nada, la misma Asamblea corrupta tiene el deber de derogarla. Es claro que Ortega quiere mandar un mensaje que Nicaragua esta normal, pero esa no es la realidad”, dijo la líder campesina, originaria de la comunidad La Fonseca, en Nueva Guinea.
La líder campesina Francisca Ramírez rechaza la amenaza del dictador Daniel Ortega de seguir con el proyecto de canal interoceánico, pese a que ya se venció la Ley aprobada por la dictadura para entregar la concesión al chino Wang Jing. #Artículo66 #DerechoAInformar pic.twitter.com/6hDNWjrJcA
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) August 14, 2019
Pese a los temores del campesinado y la advertencia que defenderán sus tierras con sangre, si es necesario, el académico y miembro de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Ernesto Medina, el anuncio repentino del dictador es una “fantasía” que “ofende la inteligencia del pueblo”.
Por su parte, la abogada ambientalista y exasesora legal del movimiento campesino, Mónica López Baltodano, quien también recurrió contra la ley canalera, desde su exilio en Costa Rica consideró que Ortega pretende revivir el proyecto del canal para “mantener en zozobra y sufrimiento a las comunidades campesinas, afrodescendiente y rama kriol que habitan a lo largo de la anunciada ruta canalera”.
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López, quien ha acompañado por años la lucha del movimiento anticanal subrayó que Ortega, por más de seis años, ha mantenido con “la pistola en la sien” a las comunidades ya que han sido amenazadas con el desplazamiento forzoso que causaría los procesos de expropiación que contempla la Ley 840. “Hemos insistido en la derogación de la ley 840, una vez que quedó demostrado el fracaso del mega proyecto, una vez pasado los seis años”, finalizó.