El estudiante de sexto año de medicina y ahora exreo político, Gustavo Aníbal Lanzas, de 26 años, originario del barrio indígena de Sutiaba, en León, denunció el constante asedio y amenazas de muerte del cual es objeto por parte de paramilitares y policías orteguistas.
Según el estudiante universitario, los ataques en su contra son constantes desde que fue puesto en libertad el 15 de marzo de 2019 bajo el régimen de convivencia familiar, luego de estar más de cuatro meses secuestrado y condenado a ocho meses por los delitos de obstrucción a la vía pública.
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Además, Lanzas señaló a Artículo 66 por vía telefónica que los paramilitares orteguistas han lanzado piedras a su casa dañando parte de la infraestructura y no contentos con estas acciones le enviaron una notificación donde le advierten que lo están vigilando.

“Toda la semana he sido asediado por paramilitares que tiran piedras a mi casa, pero hoy (viernes, dos de agosto) fueron más serias sus amenazas, puesto que dejaron un afiche bajo la puerta de mi casa, donde me dice que el cadejo anda suelto y que me están vigilando, además me advierten que es el primer aviso””.
Jefe policial también lo amenaza
Según Gustavo Lanzas, la intimidación y asedios en su contra iniciaron con las advertencias hechas por el comisionado orteguista de la Policía de León, Fidel Domínguez, quien lo amenazó, mientras el exprisionero se encontraba en un restaurante de la ciudad universitaria.
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“El 24 de mayo, dos días después del paro nacional, yo estaba con unos amigos en el restaurante “El Padrino” cuando llegó el comisionado Fidel Domínguez y me amenazó directamente: ¡Mirá vos golpista de mierda, si te atrevés a levantar un solo tranque en contra del Gobierno, el que te mata soy yo! Luego llegaron a mi casa a tomar fotos. Desde esa fecha hasta hoy no han pardo los asedios en mi contra”.

El joven universitario afirma temer por su vida, pero dice seguirá luchando por alcanzar la democracia y libertad para Nicaragua. “Yo no me he ido de León, porque aquí vive mi abuelita de 80 años y quiero estar con ella hasta sus últimos días. Además, yo no he hecho nada malo para irme de casa ciudad. Seguiré demando justicia y libertad para Nicaragua”.
Es increíble que con tantas arbitrariedades y acoso al pueblo los organismos internacionales tengan tanta paciencia y con pétalos de rosas le digan a los asesinos y criminales que deben respetar las libertades públicas, y la respuesta sea más represión, arbitrariedades e injusticias. Ya hay que aplicarle a todas las sanciones a estos Asesinos y Criminales Genocidas de Lesa Humanidad. HAY QUE LLAMAR A UN PARO NACIONAL INDEFINIDO YA Y NO SEGUIR OXIGENANDO A ESTOS CHACALES CRIMINALES.
Estos súper policías criminales no saben ni qué es el “cadejo” Ojalá por lo menos tengan meridiana idea de quienes eran los Sutiavas y quien fue Rigoberto López Pérez. Recuerden, León no olvida y este último personaje, no fue leyenda.