Los agentes de la guardia orteguista asediaron la casa del exreo político y líder universitario Nahiroby Olivas, de 19 años. Los hechos se registraron la mañana de este lunes, ocho de julio de 2019, en el reparto La Merced, de la ciudad de León.
Según Jackeline del Socorro Valdivia Aguilar, de 42 años, madre del exreo político, los asedios y amenazas por parte de los agentes del régimen son todos los días. “Esto (el asedio) es todos los días. Los policías se ubican frente a la entrada de la casa, ponen música, suenan las bocinas de las patrullas, le dicen (a Nahiroby) que a balazos lo van a sacar y lo retan a que salga de la casa para matarlo, obviamente, ellos saben que Nahiroby no está aquí en León, por eso hostigan a su familia”.
Nahiroby Olivas: “Me siento impotente ante esta situación”
Por su parte, Nahiroby Olivas afirma sentirse “impotente” ante el asedio del que ha sido víctima junto a su familia, por parte de la guardia al servicio de la tiranía, quien lo tuvo secuestrado desde el 25 de agosto de 2018 hasta el 11 de junio de este año, cuando salió en libertad, bajo la cuestionada Ley de Amnistía del régimen de Ortega.
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“Me siento impotente ante este asedio que sufre a diario mi mamá y mi hermanita, porque por mi culpa ellos están sufriendo las consecuencias de esta lucha en contra del régimen, pero no puedo cambiar mi discurso y mi posición, el problema es que como no me ven van en contra de mi familia”.
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Olivas también denunció a Artículo 66 que a diario recibe amenazas por parte de simpatizantes orteguistas, por lo que se sintió obligado a salir de la ciudad universitaria. “Desde que salí de la cárcel, el 11 de junio, comenzaron las amenazas en mi contra. El 15 (del mismo mes) tuve que salir de León. La verdad, temo por mi vida y la de mi familia, porque estoy seguro que el matarme no estaría en manos de la Policía, pero sí en la de los paramilitares. No le temo a estar preso, pero el problema es que todo lo que me pase a mí, le afecta a mi familia”.
Desde que los líderes universitarios y todos los presos políticos salieron en libertad, la dictadura ha arremetido en su contra, asediándolos y volviéndolos a secuestrar. “Lo único que exigimos es que nos deje en paz, que nos dejen vivir tranquilos, porque esto pronto va a terminar”, concluyó Jackeline Valdivia, madre de Nahiroby Olivas.