El régimen de Daniel Ortega y su mujer, Rosario Murillo, intentó a toda costa vincular a monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua –actualmente viviendo en Roma por orden expresa del papa Francisco- con supuestos “actos terroristas”. Estas revelaciones las hicieron diversos presos políticos liberados, quienes fueron excarcelados el martes, 11 de junio, en horas de la madrugada (tarde, en la península española), con la cooperación del Comité Internacional de la Cruz Roja Internacional.
La dictadura liberó a 56 presos políticos que continuaban en las ergástulas del régimen nicaragüense, bajo el argumento de la polémica Ley de Amnistía aprobada el fin de semana pasado por la aplanadora del partido de gobierno en la Asamblea Nacional. Entre los liberados, se encontraban los principales líderes de las protestas antigubernamentales y los periodistas Miguel Mora y Lucía Pineda Ubau –director y jefa de prensa-, del canal 100% Noticias, confiscado por la dictadura tras la detención de los comunicadores en diciembre de 2018.
“En ‘El Chipote’ (cárcel de máxima seguridad ubicada en Managua) estuve ocho días. Durante esos ocho días me sacaron en 26 ocasiones a hacer entrevistas de tres horas y media, cuatro horas y media; entrevistas de dos horas y en el camino (al interrogatorio) me golpeaban, me iban torturando en todo momento. Me exigían que hablara, que acusara a los obispos, que dijera que Monseñor Silvio Báez –por ejemplo-, me pagaba a mí por andar en la calle (protestando)”, manifestó el expreso político y líder estudiantil Edwin Carcache Dávila a Nicaragua Investiga.
Otro de los presos políticos excarcelados, el líder del movimiento campesino Medardo Mairena también acusó al régimen de Ortega de querer –mediante coacción, prebendas e, incluso, ofrecimiento de libertad y mejoría económica-, de querer obtener una declaración que responsabilizara a los obispos de Nicaragua de crisis sociopolítica y económica que asola el país desde abril de 2018, cuando unas protestas sociales contra un paquetazo neoliberal a la seguridad social fueron reprimidas duramente por el Ejecutivo de Managua.
“Cuando estuvimos en ‘El Chipote’, se me ofreció que, a cambio de mi libertad, que yo acusara a la Conferencia Episcopal, como que ellos eran los que habían organizado el golpe de Estado, un golpe de Estado que nunca existió, algo que nunca hizo la Conferencia Episcopal (de Nicaragua), que tampoco desconfió de ellos. Como yo nunca acepté, fue el momento en que comenzaron a torturarme ofreciéndome prebendas, que un trabajo, que había dinero, que yo podía salir de la pobreza”, aseguró el líder campesino, en conferencia de prensa desde la sede de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Mairena fue más allá y aseguró que los oficiales de los órganos de seguridad del régimen orteguista le ofrecieron “ponerse una sotana” para visitar las barricadas levantadas por la población para manifestarse contra el gobierno de Ortega y así poder acusar al Episcopado de incitar la violencia; algo a lo que se negó y que por ello empezaron a amenazarlo con dañar a sus familiares.
Un régimen “cristiano” que ataca obispos, sacerdotes e iglesias
El régimen de Daniel Ortega siempre se ha vendido como el adalid de los valores cristianos. Los discursos de Rosario Murillo, esposa del mandatario y vicepresidenta del país; son una mezcla extraña entre cristianismo y paganismo.
Sin embargo, a partir de abril de 2018, el régimen fue endureciendo su postura contra la Iglesia a medida que esta iba alzando la voz contra la represión a la que era sometida la población por parte de la policía, paramilitares pagados a sueldo por el partido de gobierno y órganos de seguridad del Estado.
Los obispos de Nicaragua, mediadores del primer diálogo entre el régimen y la opositora Alianza Cívica –que fracasó por la intransigencia del gobierno de Ortega de no hablar sobre democratización-; llevaron en junio a la presidencia nicaragüense una propuesta de solución a la crisis que pasaba por un adelanto de elecciones generales, supervisada por la comunidad internacional.
Dicha proposición irritó al mandatario y exlíder de izquierda, quien el 19 de julio de 2018, en una plaza de Managua, lanzó epítetos de grueso calibre contra los obispos nicaragüenses, acusándolos de “golpistas”. Esta ola de verborrea oficial contra la Iglesia dio pie a campañas de desprestigio contra sacerdotes y obispos, ataque de templos con armas de guerra –como el ocurrido en la iglesia Divina Misericordia de Managua-, llegando al extremo de agresiones físicas contra el cardenal-arzobispo Leopoldo Brenes y monseñor Silvio Báez en el templo parroquial de Diriamba.
El odio fomentado por Ortega a sus militantes se ha saldado con varios sacerdotes y periodistas católicos exiliados y medios de comunicación de la Iglesia amenazados con quemas. En octubre, el régimen de Ortega lanzó una furibunda campaña de ataques contra monseñor Silvio José Báez, que incluyeron una sostenida difamación en todos los medios de comunicación propiedad de los hijos del mandatario y levantamiento de firmas –obligatorias para todos los trabajadores del Estado, contra su voluntad-, para exigirle al Vaticano “expulsar al obispo” a Roma.

Seamos serios, no hay, no había necesidad de incriminar a Báez, el se incrimino solo, por falta de prudencia, ego inflamado, arrogancia, hablo más de la cuenta, recuerden los audios, por su propia boca se incrimino.
Ahora que se diga, que fue invento o manipulado, es no querer aceptar la realidad.
quien me dice que los audios no son manipulados?, sabias que presentar audios en una audiencia minimamente seria no es una prueba contundente para incriminar a alguien?, sabes lo facil que es manipular estos formatos e incluso las la existencia de personas que se dedican a doblar voces?, quitate la venda de encima broder, que te dejen de ver como baboso
Señor Jorge, en primer lugar nunca, nunca el señor Obispo Báez, negó su veracidad, y el Señor Arzobispo Brenes lo confirmo o ahora no se recuerda, y estimado señor aquí no estoy hablando si es prueba, si es audiencia, no para nada, y si sé que se pueden manipular los audios, doblar voces, etc, tampoco soy baboso como usted presenta su excelente argumento, pregúntele al Señor Medardo Mairena de donde sacaron esos audios; y en segundo lugar no caeré en la bajeza de ofenderle porque piense diferentes ofender no es ni será nunca un argumento válido para demostrar las ideas
Saludos
Hey Hector cuando el fanatismo corroe el cerebro la enfermedad es incurable!
Señor mensajero, ahora todo punto de vista, todo argumento, toda idea e información que no te guste es fanatismo, o será lo contrario, de todas formas mis opiniones son mías, para estar bien con alguien no tengo porque pensar igual, no soy sectario.
El sectario esta más cerca del fanático
Saludos