El dictador Daniel Ortega por fin se refirió a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra su régimen y tildó de “miserias humanas” a los miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), con quienes dijo “no le queda más que negociar” y apeló a un milagro para alcanzar la paz con reconciliación. A pesar del incumplimiento de los acuerdos por parte de la tiranía, Ortega señaló que ellos tienen un “compromiso serio” en la negociación y reprochó a la oposición que no se hayan pronunciado sobre las sanciones contra los funcionarios de su Gobierno. “No he escuchado una sola condena a las sanciones que se les ha venido aplicando a Nicaragua. Se alegran más bien aunque les esté afectando a ellos mismos, pero no tienen corazón, un comportamiento tan descompuesto que aunque les afecte a ellos, se alegran”, recalcó el mandatario en un discurso nada conciliador.
La Alianza Cívica respondió a Ortega y lejos de prometer mediar para que al régimen le retiren las sanciones destacaron que para ello primero la dictadura debe demostrar y cumplir con los acuerdos firmados en la mesa de negociación, que actualmente se encuentra estancada y remarcaron que los únicos culpables de esa situación son los mismos funcionarios. “Es irrelevante emitir comunicados llamando a suspensión de sanciones sin base en hechos y compromisos reales”, detalla el comunicado de la Alianza.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió este 1 de mayo un nuevo mensaje pastoral -esta vez en ocasión de la Pascua de Resurrección-, donde aseguran que se ha prolongando el dolor en las familias nicaragüenses debido a la crisis sociopolítica, al referirse a la situación que atraviesan los presos políticos, los exiliados, los refugiados, los asilados y la constante falta de respeto por parte del régimen a los derechos constitucionales. Los obispos apuestan por la paz de Nicaragua y señalaron que no debería estarse repitiendo una historia de “sufrimiento, muerte, dolor y agonía”. Igualmente, hicieron hincapié en el respeto a la libertad de prensa y expresión y apelaron a que se haga justicia sin miramientos políticos.

Siguen las detenciones arbitrarias por parte de la guardia orteguista. Este primero de mayo, cuatro jóvenes, entre ellas dos menores de edad, fueron apresadas ilegalmente por la Policía de Matagalpa por realizar pintas y gritar consignas por la libertad de las presas y presos políticos. Posteriormente, las liberaron. Según el relato de las ciudadanas, a una la amenazaron con detenerla nuevamente, trasladarla a Managua y violarla, si continúa protestando.
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El informe “Nicaragua en crisis política y socioeconómica: Informe de coyuntura 2018” de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), resalta que el deterioro de la nación por la represión estatal hacia los ciudadanos que decidieron protestar contra unas fallidas reformas a la seguridad social ha paralizado las actividades del país, en especial, el comercio, turismo y servicio. Esto hizo que el año pasado “210 mil ciudadanos pasaran de ser no pobres a encontrarse en situación de pobreza” y la proyección en este 2019 apunta a “un incremento de 3.1 por ciento”. Asimismo, señalan que si la crisis persiste “más de 2 millones de personas no podrían satisfacer sus necesidades mínimas de consumo, de los cuales 600 mil no serían capaces de costear su alimentación diario”.
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Y en el plano internacional, el líder opositor venezolano Leopoldo López, su mujer y activista Lilian Tintori, y su hija de 15 meses se encuentran refugiados en la Embajada de España en Caracas, así lo confirmó el Gobierno de Pedro Sánchez. Según la información proporcionada por esa administración, López y su familia están protegidos en la residencia del embajador español, Jesús Silva Fernández, después de permanecer en la Embajada de Chile de la capital venezolana tras haber sido liberado el recién pasado martes, 30 de abril, por militares que respaldan al presidente interino Juan Guaidó. El político opositor al régimen de Nicolás Maduro solicitó su traslado y las autoridades españolas dieron su visto bueno.
En esa misma línea, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, advirtió que no dudará en encarcelar a los que se vieron involucrados en la sublevación militar de este pasado martes, la cual lideró Juan Guaidó. “No me va a temblar el pulso, cuando la justicia lo ordene, de meter tras las rejas a los responsables de este golpe criminal”, amenazó Maduro ante sus seguidores en las cercanías del palacio presidencial de Miraflores.
