El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó un préstamo a Nicaragua de 202 millones de dólares para impulsar proyectos de infraestructura vial. El oxígeno a la dictadura llega en un momento en que el régimen de Daniel Ortega tiene dificultades para acceder a financiamiento con organismos como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El primer paquete contempla un fondo por 176.7 millones de dólares para financiar obras en las zonas de Rivas, Chinandega y en la Costa Caribe Norte del país y que beneficiará a unas 142,975 personas, según la información presentada de manera oficial.
Un segundo préstamo consiste en un monto por 25.3 millones de dólares, que será destinado para rehabilitar y construir una serie de infraestructuras en los aeropuertos de Bluefields y Corn Island.
El presidente del BCIE, Dante Mossi, quien viajó a Nicaragua para la aprobación del financiamiento, explicó que ambos préstamos permitirán el desarrollo de programas destinados a fomentar la competitividad en materia de infraestructura, comercio regional y sostenibilidad ambiental.
En 2018, el Banco Interamericano de Desarrollo no aprobó nuevas líneas de crédito a Nicaragua. El año pasado, del total de los desembolsos el 56.8 por ciento fue realizado por el BCIE; el 17.7 por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial 8.9 por ciento.
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En el 2017, el BID había desembolsado el 53.7 por ciento, el BCIE el 26 por ciento y el Banco Mundial el 7.5 por ciento.
El BID es el brazo financiero de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde actualmente Ortega está siendo presionado para que impulse reformas institucionales tras la brutal masacre que comenzó en abril del año pasado y que le ha costado la vida a más de 327 nicaragüenses.