El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se encuentra “fracasado y acorralado”, sostienen analistas políticos, ante el estancamiento de la negociación con la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la presión internacional a la que no le alcanzó “la buena voluntad del gobierno” de retomar el diálogo, y ha continuado el avance de sanciones como la aplicación de la Carta Democrática y las sanciones en el parlamento europeo.
El analista político y exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Luis Velázquez, explicó que, pese a la presencia del delegado del organismo internacional en el país, Luis Ángel Rosadilla, la aplicación de la Carta Democrática es un proceso que sigue su curso, ante las constantes violaciones a los derechos humanos que se viven en Nicaragua.

“La OEA tiene que darle seguimiento, está en proceso la aplicación de la Carta Democrática, el gobierno pretendió que con ese signo de iniciar el diálogo podría suspender las sanciones de los países y detener la aplicación de la Carta Democrática. Para que el enviado de la OEA sea garante tienen que liberar a los presos políticos”, manifestó el analista.
Velázquez añadió que el régimen se ve fracasado y acorralado. “Ante el fracaso de su política de detener las sanciones solamente con la convocatoria al diálogo, la comunidad internacional le responde que no es suficiente, se ve acorralado y tiene que conceder la libertad de los presos políticos”, explicó el exdiplomático.

Por su parte, el politólogo José Antonio Pereza aseguró que los parlamentarios europeos aportaron una guía interesante sobre cómo liberar a los presos políticos. “Los que tienen orden de libertad y causas abiertas dejarlos libres y revisar los juicios de los que ya fueron condenados, mientras estos se colocan bajo el régimen de casa por cárcel”. Sin gestos claros de buena voluntad la negociación no puede continuar, aseguró el analista.
Para Peraza los temas fundamentales aún no se han tocado, la democratización del país, el adelanto de elecciones, las garantías de seguridad, y los crímenes de lesa humanidad. “La libertad de los presos políticos es un tema importante pero no resuelve la crisis”, explicó el también presidente del Movimiento por Nicaragua.
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De manera extraoficial se maneja que el régimen podría liberar en esta semana algunos de los presos políticos, como parte de una negociación previa a la instalación de le mesa de diálogo oficial, a través de una gestión encabezada por el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag.