El próximo dos de marzo, el maratonista Alex Vanegas cumpliría cuatro meses secuestrado por la dictadura de Daniel Ortega. Por encima de una orden judicial, el corredor permaneció encerrado, primero en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (El Chipote) y luego en el Sistema Penitenciario Nacional, conocido como “La Modelo”, en Tipitapa.
El maratonista que “corre para correr a Daniel” fue puesto en libertad este 27 de febrero, horas antes de que el régimen se sentara en una mesa de negociación con la opositora Alianza Cívica.
La liberación del corredor se dio en un operativo de “ratón loco” por parte de la tiranía Ortega-Murillo. El proceso de liberación de Vanegas y varias decenas de presos políticos ocurrió desde horas de la mañana de este miércoles, 27 de febrero; y a lo largo del día, han andado los custodios de las cárceles dejando a los exreos en sus viviendas, lo que ha puesto a correr a abogados defensores y a las integrantes del Comité de Madres por la Libertad de los presos políticos.
El maratonista fue trasladado en un bus de “La Modelo” hasta su casa, en el barrio La Luz, en Managua, donde fue entregado a su familia bajo el régimen de “casa por cárcel”, según expresó a medios de comunicación.
Inmediatamente después de ser puesto en libertad, Alex Vanegas inició a correr por las calles de su barrio. Afirmó no tener miedo a la dictadura y estar dispuesto a seguir luchando para lograr una Nicaragua libre.
Alex Vanegas denunció que lo están obligando a presentarse una vez al mes a firmar en los Juzgados pese a que el corredor no ha enfrentado ningún proceso legal en su contra. Además, denunció que fue víctima de atropellos a su integridad física, afectado por la falta de higiene del Sistema Penitenciario y abusos a los reos de la tercera edad.
Vanegas fue detenido el dos de noviembre de 2018, en el cementerio Milagro de Dios, en Managua, mientras visitaba las tumbas de las víctimas de la represión ejecutada por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El maratonista azul y blanco es uno de los personajes símbolos de la resistencia ciudadana que inició el 18 de abril. Durante los meses anteriores, Nicaragua vivió las movilizaciones más grandes de los últimos 30 años. A casi nueve meses de iniciadas las protestas, el régimen orteguista ha arremetido contra los ciudadanos dejando entre 300 y más de 500 asesinatos y graves violaciones a los derechos humanos, que de acuerdo con el informe final del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) son considerados crímenes de lesa humanidad.
