La crisis sociopolítica que enfrentan los nicaragüenses desde abril del año pasado, terminó por develar la realidad sobre la seguridad ciudadana que se vive en el país, sostiene el sociólogo Cirilo Otero.
Según un reciente estudio presentado por la empresa encuestadora CID Gallup en la actualidad Nicaragua presenta más índices de robo que el Salvador y Guatemala. Al menos el 22 por ciento de los hogares en el país registran una víctima de robo.

Para el sociólogo este estudio es solo la confirmación de una realidad que varias voces habían denunciado muchos antes de la crisis. “La gente aún antes del 18 de abril se burlaba de las palabras de Aminta Granera, que aseguraba que este era el país más seguro de Centroamérica, la gente siempre estuvo expresando que esto era una locura, la policía no atendía las necesidades, muertos por varios lugares que quedaban impunes y además la inseguridad jurídica” añadió.
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Otero sostiene que la crisis de abril ha mostrado una realidad cruel y que ha terminado de hundir al país. “Muertos, secuestrados, desaparecidos y gente que hace uso de asilo en otros países”, explicó.
Existen tres razones que muestran inseguridad
Alto desempleo: Más del 71 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) está en el sector informal, es decir hace “cualquier cosa” para ganarse la vida.
La migración: Constantemente ligada a la falta de empleo. El experto explicó que 90 mil profesionales salen al mercado laboral anualmente, según datos del Consejo Nacional de Universidades (CNU). Una oferta que no puede ser adsorbida por la economía nacional.
La volatilidad de la inflación: Es decir, la rapidez con que la gente esta gastando el dinero. “Existe una inflación solapada y silenciosa que consume a los nicaragüenses en las calles”, explicó.
Ciudadanos se sienten “manos arriba”
A criterio de Otero, la policía Nacional jugó dos grandes papeles para el crecimiento de la inseguridad. Previo a la crisis brillaron por su inoperancia y durante la crisis se convirtieron en la guardia oficial y ejecutores de la represión, la violencia y los secuestros ordenados por el régimen Ortega Murillo.

El cronista deportivo Miguel Mendoza, quien fue víctima de robo en diciembre del año pasado, sostiene que el asalto del que fue victima y donde lo despojaron de su vehículo, celulares y una computadora, fue un ataque político.
El periodista deportivo que se ha destacado como opositor al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo explicó que hasta la fecha no recibe ninguna comunicación de la Policía orteguista sobre su caso, y que no cuenta con ninguna documentación legal sobre la denuncia.

“Nos robaron y no hay donde ir a quejarse, si vos tenes color de opositor te roban y ya, esto lo mio fue un asalto político”, expresó.
Para el periodista, la policía orteguista está en la calle para capturar y reprimir manifestantes y no para combatir a la delincuencia común. “Están ahí para capturar opositores, para detener a gente con la bandera azul y blanco, yo no me siento más inseguro, me siento lo mismo de siempre, manos arriba”, concluyó Mendoza.