Después de esconderse por más de cinco meses, a causa de los asedios y persecución por parte de la Policía y paramilitares orteguistas, José Iván Cruz Gutiérrez, de 48 años, decidió quitarse la vida a través del ahorcamiento. Cruz Gutiérrez era hermano del preso político Max Cruz. El occiso vivía en la Isla de Ometepe, pero tuvo que migrar a Managua, ante la hostilidad y amenazas a su seguridad.
Según información brindada a Artículo 66, el cuerpo de José Iván Cruz, será trasladado la noche de este martes a la Isla de Ometepe y sepultado el día de mañana en el cementerio de Altagracia. El fallecido deja a dos hijos menores en la orfandad y en total abandono, porque la madre de los niños falleció hace varios años. “Se supone que Iván tomó esa decisión, al enterarse de la situación de don Max. Todas las personas reaccionamos diferentes ante las circunstancias”, informó una fuente en condición de anonimato.
“El (Iván Cruz) y su hermano Max, eran hermanos de lucha. Siempre anduvieron en las protestas, pero a causa de la represión, tuvo que esconderse en otro lugar de Nicaragua, al igual que sus familiares que tuvieron que huir”, informó un familiar del líder campesino Henry Ruiz.
Desde que se desmontaron a tiros los tranques en toda Nicaragua, muchos nicaragüenses tuvieron que exiliarse o esconderse, para no ser blanco del régimen de Daniel Ortega, tal fue el caso de José Iván Cruz, quien no aguantó la situación de ver a su hermano en la cárcel, acusado por “terrorismo” y peor con una lesión en la pierna, la cual puede perderla si no se le atiende a lo inmediato.
Hermano de Iván a punto de perder una de sus piernas
Mientras José Iván Cruz se suicidó por la presión ejercida por el régimen de Daniel Ortega, su hermano y preso político, Max Cruz Gutiérrez, de 53 años, lucha por no perder su pierna derecha, las cual está afectada, tras recibir siete impactos de balas el pasado mes de octubre, cuando paramilitares entraron a la Isla de Ometepe y atacaron a mansalva a sus los habitantes.


A través de una carta, los compañeros de celda de Max, se solidarizaron y comunicaron la situación crítica de salud del preso político, por no recibir atención médica.
“El señor Max Cruz de 53 años, quien es preso político (…) fue herido de bala en su rodilla derecha durante su captura por paramilitares en el mes de octubre, se encuentra grave de salud presentando fuertes dolores, tan intensos que no lo dejan dormir, al punto de causarle llanto. Al parecer presenta punto de gangrena y expulsión de pus de su rodilla”, comunican los compañeros de celda.
Además, los reos políticos denunciaron que desde que Max Cruz fue trasladado al sistema penitenciario, La Modelo, no ha recibido atención médica. Las autoridades del penal aducen, según los reclusos, que el medicamento asignado para el reo político, está prohibido en el penal.
“La consulta del señor Max Cruz estaba programada para el 10 de enero 2019 y hasta hoy son 30 día a la espera de una revisión médica con un especialista (…), según el director del penal, Venancio Alanís, el medicamento asignado al señor Cruz, está prohibido en este penal y tampoco puede ser llevado a un hospital, aduciendo que, por órdenes superiores, ellos no están facultados para aprobar su trasladado a un centro médico”
Huelga de hambre en apoyo a la salud de Max
En un acto de rebeldía y solidaridad por la salud de Max Cruz, sus compañeros de celdas, informan que han estado en huelga de hambre y desobediencia carcelaria durante cuatro días, solicitando a los organismos de derechos humanos poder atender el caso del reo político. “Estamos en huelga de hambre y desobediencia carcelaria por cuatro días consecutivos, porque tememos por la vida del señor Max. Rogamos a los organismos de derechos humanos que tomen cartas en el asunto”, concluyen los presos políticos en el manuscrito.