El régimen de Daniel Ortega inaguró la tarde de este jueves, siete de febrero, las nuevas instalaciones de la Dirección de Auxilio Judicial, complejo “Evaristo Vásquez Sánchez”, en el barrio Memorial Sandino. Durante la actividada estuvieron los diputados de la Asamblea Nacional, quienes han sido complices de las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
Según datos publicados en portal oficialista El 19 Digital, el área de construcción es de 3 mil 520 metros cuadrados, en los que se invirtieron 183 millones de córdobas. Dicho edificio cuenta con celdas para hombres y mujeres.
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Desde el incio del levantamiento de los universitarios, en abril de 2018, contra el régimen orteguista, centenares de ciudadanos fueron encerrados en las cárceles de “El Chipote”, donde todavía funciona la misma Dirección de Auxilio Judicial. Los reos que han logrado salir y los familiares de quienes todavía están en las mazmorras del régimen han denunciado una serie de agresiones y torturas durante intensos interrogatorios practicados por los policía de esa prisión.
En la reciente visita los eurodiputados resaltaron que las condiciones en las que se encontraban los presos políticos eran inhumanas y que estos debían de ser liberados inmediatamente; sin embargo la guardia orteguista, por mandato del régimen, se rehúsa a a cumplir con las recomendaciones.
Se desconoce si con la inauguración de la nueva cárcel de Auxilio Judicial, la dictadura cerrará la prisión vieja, conocida como “El Chipote”, un temible reclusorio que funciona desde tiempos de la otra dictadura de Anastasio Somoza. Los organismos defensores de derechos humanos han recomendado el cierre total de dicho centro carcelario.
Nicaragua está aplazada en estándares carcelarios. Todo esto forma parte de una estrategia de “contra-información” y propaganda, para lavarle la cara del régimen. El modelo policial “preventivo, proactivo y comunitario” que tienen años de anunciar con bombos y platillos es una completa farsa. Después de 11 años a lo único que hemos llegado es a vivir en un país repleto de terroristas y policías encubiertos, donde una caravana de camionetas de falsos Televisa entró y salió más de 20 veces, sin que “nadie” se diera cuenta. Y como si fuera poco, donde desnaturalizaron completamente la esencia del servicio público y la profesionalidad de la policía y la convirtieron en una entidad política corrupta, eminentemente recaudatoria y totalmente represiva. Al amparo de ese modelito policial de marras que tanto han cacaraqueado, Managua y todas las cabeceras departamentales y municipales del país están inundadas hoy día de expendios, de los que desde casi un año no se dice nada y de cantinas y prostíbulos de todo tipo, disfrazados de honrados negocios de “ocio y diversión” bajo la forma de casinos, karaokes, bares, restaurantes, coctelerías, tragamonedas, etc., la mayoría vinculados a prestanombres, que por supuesto no pagan impuestos, pero sí pagan coimas a los comendadores de la policía, para garantizar su “protección” y la tolerancia con el catálogo de abusos que estos “negocios” cometen o promueven contra los habitantes de los vecindarios donde están ubicados (secuestro de espacio público, ruido, robos, asaltos, basura y hasta miadas y cagadas en plena calle!), así que ya saben: pueden seguir inaugurando todas las instalaciones policiales que quieran y hasta ponerles “Rafael Solís in memoriam”, si les da la gana, pero ese vergonzoso color de ineptos, corruptos, asesinos y represores políticos que se ganaron ya no se los quita nadie.