Franklin Rodrigo Artola, de 27 años, preso político del régimen de Daniel Ortega, se encuentra grave de salud y sin recibir atención médica por parte de las autoridades del Sistema Penitenciario de Tipitapa.
Según su abogada, Aura Estela Alarcón, el joven Artola sufre bajas de presión, decaimiento, convulsiones y afectación en uno de sus oídos, lo cual no ha sido atendido por especialistas.
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El preso político estuvo atrincherado en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (Unan-Managua). Junto a más de 100 universitarios, fue desalojado a balazos el pasado 13 de julio, cuando un escuadrón de paramilitares del Gobierno atacó el Recinto Rubén Darío, de la Unan, y más tarde, la iglesia Divina Misericordia, donde los universitarios se refugiaron.
Aunque salió con vida de la parroquia, tras más de 12 horas de ataque, Franklin fue secuestrado el 13 de septiembre. Permaneció desaparecido por más de 50 días, hasta que finalmente lo presentaron como “terrorista”, el 14 de noviembre.
El joven fue acusado por la instalación del tranque frente al portón número seis de la Unan, además de secuestro y amenazas en contra de trabajadores de la Alcaldía, que fueron llevados en camiones para levantar las barricadas, el cuatro de junio del 2018.
Según la abogada Alarcón, su defendido estuvo secuestrado en la cárcel de El Chipote, donde “fue torturado, fue golpeado de forma inclemente. Uno de los golpes que recibió le reventó uno de sus oídos y no recibió tratamiento. En la audiencia del 11 enero, Franklin presentó síntomas más graves de estar enfermo. Presentó problemas de presión, desvanecimiento, al punto de desmayarse, ese mismo día me informó que orinó sangre, se solicitó que lo valorara el médico, pero solo le revisó la presión, aduciendo que estaba estable; sin embargo, lo que nosotros queríamos, es que se valorara las causas por la que estaba presentando esos síntomas, pero no se hizo caso a la petición”, denunció la defensora.
Caso omiso a órdenes judiciales
La abogada también denunció que los custodios orteguistas desoyen las órdenes de los mismos jueces del régimen. Según detalló, su defendido debió ser llevado al Instituto de Medicina Legal, de acuerdo con cuatro oficios emitidos por el Juez Quinto Local Penal de Managua, Walter Williams Vargas y el juez suplente Enrique William Larios, pero los carceleros se negaron a acatar.
Jefe del penal más bien amenaza con pegarle un balazo en la frente
Las órdenes de los jueces no solo han sido ignoradas. La abogada de Franklin denunció que ante la insistencia de que lleven al muchacho a Medicina Legal, los demás reclusos le dijeron que el alcaide del penal amenazó de que si “siguen jodiendo”, les pegará “un balazo en la frente”.
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“Los muchachos manifestaban que los derechos se violentan por el alcaide que tiene a cargo en el área en que está Franklin, que es la galera 16.1. Según informan que el alcaide dijo que, si seguían “jodiendo” para que los llevaran al médico, él estaba autorizado para pegarle un balazo en la frente a cualquiera que estuviera molestando”, concluyó la jurista.
Conozco la forma brutal en la cual actúan los guardias en Nicaragua, desde que eran GN (guardia nacional) que era en aquel entonces la guardia pretoriana de Somoza. Los dictadores y sus esbirros son los mismos. Los mismos asesinos, los mismos serviles, los mismos déspotas, los mismos torturadores, los mismos garroteadores, ladrones y corruptos del ayer son los mismos de hoy