A raíz de la mayor crisis sociopolítica y económica que ha tenido el país desde el 18 de abril de 2018, la incertidumbre y el menor dinamismo en la economía del país ha generado que la banca privada utilice al Banco Central de Nicaragua (BCN) como una fuente de liquidez a través de préstamos y también para reducir el saldo de crédito.
Según el reporte anual “Crisis en Nicaragua”, elaborado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), este proceso ha provocado pérdidas de las reservas internacionales.
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Este informe resalta que entre mayo y junio de 2018 hubo mayor rapidez de salidas de depósitos. El Funides aseguró que “desde el 31 de diciembre de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2018, los depósitos del sistema bancario disminuyeron en 1, 278 millones, lo que representa una disminución de 24.5 por ciento. Entre el 31 de marzo y el 31 de diciembre de 2018, los depósitos del sistema bancario se han reducido en 1,553 millones (contracción de 28.3 por ciento)”.
Los especialistas mantienen que estos retiros se dan debido a que los ciudadanos reaccionan de acuerdo con el entorno político y económico. En el caso de los nicaragüenses, las mayores salidas de depósitos se generaron entre mayo y junio cuando la crisis sociopolítica, económica y humanitaria estaba en su mayor auge; sin embargo la aceleración de retiros se generó en los meses de agosto y septiembre por las medidas represivas que tomó el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de los manifestantes que se levantaron en su contra, lo que generó incertidumbre y desconfianza sobre el proceso financiero y la estabilidad del país.
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Este proceso de liquidez puede provocar a corto plazo (si la crisis se extiende) un potencial problema en el sistema bancario. Tanto los empresarios y población en general han manifestado de diversas maneras su preocupación por las acciones que ha tomado la dictadura contra la economía del país, la cual solo intenta “tapar baches en sus instituciones”.
