La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se reunió con diez activistas y defensoras de derechos humanos de Nicaragua, quienes detallaron las constantes violaciones dirigidas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra los ciudadanos, periodistas, activistas y presos políticos. El encuentro se realizó en Ginebra, Suiza.
En dicha reunión los nicaragüenses ONU pide el cese a la represión en contra de activistas y medios de comunicación
«Hemos tenido una reunión con la Alta Comisionada, ha escuchado nuestras peticiones y ha expresado sentidamente preocupación por la situación en Nicaragua y su compromiso por incluir y señalar la situación que se está dando en todas sus intervenciones y contribuir en todo lo que pueda para que se logre mejorar las condiciones en el país», señaló la defensora de derechos humanos, Ana Quirós, quien fue expulsada de Nicaragua a Costa Rica por orden de la dictadura.
Por su parte, la también defensora de derechos humanos, Haydée Castillo, luego de la reunión afirmó que ante la Alta Comisionada «pudimos contarle de viva voz lo que hemos vivido y lo que está viviendo el pueblo de Nicaragua, los niveles de criminalización, de violencia, los crímenes de lesa humanidad cometidos».
Entre los diez representantes de organizaciones no gubernamentales que han sido criminalizadas por el régimen orteguista y a las cuales se les ha arrebatado su personalidad jurídica, estuvo presente Luciano García, de la ONG Hagamos Democracia, quien expresó que «lo más importante ha sido poder ponerla al tanto de manera puntual de todos los atropellos que el régimen está cometiendo en contra de todos los nicaragüenses y todas las organizaciones de sociedad civil, y ella [Michelle Bachelet] ha escuchado nuestras demandas y se encuentra extremadamente preocupada y sorprendentemente informada del caso de Nicaragua».
La comisión de nicaragüenses pidió a Bachelet que colaboren con exigir al régimen de Daniel Ortega que cese la represión, persecución y criminalización en contra de civiles, que defensores de derechos humanos puedan retornar de manera segura a Nicaragua, restablecer las personalidades jurídicas a la ONG afectadas, entre otras.
Aníbal Toruño, periodista exiliado y propietario de Radio Darío en León, dijo que esta reunión con Michelle Bachelet «fue un momento esperanzador, recibimos un respaldo pleno de la Alta Comisionada. Una ventana, una esperanza y desde luego la posibilidad de encontrar interlocutores que nos puedan ayudar a resolver la crisis que vivimos actualmente en Nicaragua».
Mientras que la abogada Mónica Baltodano, representante de la Fundación Popol Na, confiscada por el orteguismo, señaló que este encuentro es «de una trascendencia significativa para las organizaciones nicaragüenses, pero también para el conjunto de la sociedad, primero porque pudimos de manera directa transmitirle el dolor y el sufrimiento del pueblo de nicaragüense y la enorme preocupación que tenemos, pero sobre todo el sentido de urgencia de encontrar en el menor tiempo posible una solución».
* Dictadura solo reconoce a 272 presos políticos ante la ONU
La oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sigue de cerca la crisis que se vive en Nicaragua desde el 18 de abril de 2018. La ONU ha denunciado el uso de fuerzas paramilitares y parapoliciales para reprimir al pueblo de Nicaragua y otras violaciones a los derechos humanos.
A que hora, Señora Alta Comisionada, Michelle Bachelet vamos a sentir en la región las ordenes de su alto cargo a favor de los sagrados derechos humanos.