Las organizaciones TECHO y Urbarium presentaron su informe Migración Forzada: emergencia del hábitat, donde detallan las razones que tuvieron los migrantes nicaragüenses que actualmente solicitan refugio en el vecino país de Costa Rica debido a la crisis sociopolítica que atraviesa la nación gobernada por el régimen orteguista.
El censo identificó a 165 familias nicaragüenses, 530 personas de las cuales el 80 % son jóvenes distribuidos en 24 asentamientos ubicados en la provincia de San José, quienes habrían migrado a Costa Rica luego que estallaran las protestas en contra de las reformas al seguro social el 18 de abril de 2018.
Entre los principales hallazgos del estudio realizado por la Red de Jóvenes sin Fronteras, Costa Rica y Cidehum, quienes también trabajaron en el levantamiento de datos, están que el 52,1 % de los consultados dijo haber salido de Nicaragua por temor, por la integridad de su familia, el 44,2 % por persecución política, el 45,5 % por falta de oportunidades laborales y un 35,8% por falta de recursos económicos.
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Todas las personas entrevistadas ingresaron a Costa Rica de manera irregular a través de puntos ciegos, muchas de ellas portaban únicamente su cédula de identidad. Respecto a la seguridad en el trayecto de El 69,1 % declaró no haber tenido ningún problema, mientras el 30,9 % expresó haberse enfrentado a muchas dificultades, siendo la estafa la más común.
El estudio también refleja que la mayoría de nicaragüenses entrevistados llegaron entre junio y julio de 2018, 17,6 % y 23,6 %, respectivamente, lo que coincide con el inicio de las “operaciones limpieza”, levantamiento de tranques ejecutados por la Policía orteguista y grupos de terceros armados, así como el desalojo de las principales universidades que estaban tomadas por los universitarios.
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La mayoría de estas personas que viven en el área urbana de San José provienen principalmente del casco urbano de Managua, Masaya, Granada y Bluefields; ciudades fuertemente golpeadas por los ataques dirigidos a la población civil donde participaron paramilitares y partidarios del gobierno de Daniel Ortega.
El estudio fue presentado en El Museo de Jade, en San José y al lugar asistieron representantes de diferentes organizaciones de nicaragüenses en el exilio, así como personal del gobierno costarricense.
Según la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, entre los meses de mayo a diciembre del año pasado, ese país recibió oficialmente 23,138 solicitudes de refugio, sin embargo, el Servicio Jesuita para Migrantes estima que un aproximado de 52,000 personas han cruzado la frontera por la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.