La compañía estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) fue sancionada el lunes, 29 de enero, por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, como un método de presión a la dictadura de Nicolás Maduro, anunció en rueda de prensa el secretario Steven Mnuchin.
Esta misma suspensión alcanzó a la empresa Alba de Nicaragua (Albanisa), creada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a la que inmediatamente cancelaron sus transacciones y bloquearon todas sus operaciones con cualquier empresa que posea directa o indirectamente intereses de un 50% o más.
El Tesoro, por medio de una orden ejecutiva, prohíbe “cualquier transacción con Alba de Nicaragua”. Asimismo, Mnuchin, refiriéndose al pueblo bolivariano, aseguró que de esta manera van a evitar “futuros desvíos de activos de Venezuela” y recalcó que la única forma de levantar dicho bloqueo es solo por la transferencia rápida del presidente interino o un gobierno posterior que sea elegido democráticamente.
Albanisa fue creada en el 2007. Está compuesta por el 51 % de acciones en control de PDVSA y el 49% está suscrito a la Empresa Nicaragüense de Petróleos (Petronic), dicho capital era administrado por Francisco López, exvicepresidente de la compañía y tesorero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). López fue sancionado en 2018, con la Ley Global Magnitsky por abusos contra los derechos humanos y corrupción.
Las medidas que ha tomado el gobierno de Estados Unidos contra la dictadura de Nicolás Maduro son para evitar que este controle los activos de dicha empresa y de esa forma, abandone su mandato ilegítimo, el cual ha causado una severa crisis económica, humanitaria y de gobernabilidad.