La demanda de justicia y democracia de las presas políticas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo fue expuesta a la delegación de once eurodiputados que visitó Nicaragua entre el 23 y 26 de enero, los que se reunieron con las reas en el Sistema Penitenciario Nacional “La Esperanza”, donde se encuentran encarceladas por pronunciarse en contra de la dictadura.
Las detenidas entonaron las notas del Himno Nacional frente a la misión y señalaron que continúan fuertes desde la prisión pidiendo un cambio real para la nación, lo que incluye la salida del poder de la pareja presidencial y elecciones anticipadas.
Irlanda Jerez, lideresa de los comerciantes y defensora de derechos humanos, dijo a los eurodiputados que ellas seguirán “fuertes y valientes, que levantaremos siempre nuestra voz, que no vamos a echar un pie atrás para absolutamente nada y que no vamos a negociar la sangre de las personas que han sido asesinadas”.
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Asimismo, Jerez señaló que “Daniel Ortega y Rosario Murillo la única salida que tienen es la cárcel. Han asesinado a un pueblo durante 40 años. Han esclavizado un pueblo durante 40 años y en este lugar (la cárcel La Esperanza) hemos sido reprimidas, no hemos tenido atención médica desde las direcciones anteriores con las actuales. Yo estuve aquí cinco meses sin ropa, hasta los cinco meses me permitieron la primera mudada, me han quitado paquetería, comida; intentaron sacarme a medianoche de aquí”.
“Daniel Ortega y Rosario Murillo, la única salida que tienen es la cárcel. Han asesinado a un pueblo durante 40 años”, dice Irlanda Jerez, presa política de la dictadura, durante visita de eurodiputados. #Artículo66 #DerechoAInformar pic.twitter.com/18RNODPCqY
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) 27 de enero de 2019
Mientras Olesia Muñoz, soprano y maestra de música, originaria de Niquinohomo, denunció ante los parlamentarios el ataque por parte de paramilitares del régimen en contra de su familia y que a pesar de esa situación la dictadura la encarceló y condenó a 30 años de prisión. “Aparte de que mi familia 15 días antes de que los paramilitares, los refugié, yo me quedé en casa y los paramilitares entraron a matar, la orden era matar solo por tener un liderazgo y populismo religioso, pertenezco a la Iglesia católica, la Iglesia católica en Nicaragua es muy fuerte y tiene poder”.
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Muñoz alegó que su delito fue respaldar las protestas en contra del régimen. “Cuando miro que un pueblo se vuelca a las calles y a apoyar los tranques, entonces yo me levanto con mi bandera y como yo tengo arrastre (de convocatoria) a nivel de los pueblos entonces ese fue todo el delito para ellos (el Gobierno). El hecho de levantar los pueblos y que toda Nicaragua se uniera a una sola voz a protestar por la salida de Daniel Ortega”.
Las presas también expresaron que se les mantiene encerradas. Destacaron que ellas siguen la lucha desde adentro y piden que no se permita ninguna negociación sobre la “sangre derramada”. Al grito de ¡Viva Nicaragua libre! despidieron a los eurodiputados