El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, reiteró este domingo que él no tiene miedo y que estará activo en el servicio pastoral durante el mes de diciembre visitando las parroquias de la Arquidiócesis, asegurando que el amor que le profesa el pueblo de Nicaragua “no tiene precio”.
“Desde que vine aquí hace nueve años no he hecho otra cosa más que servir al Señor Jesús y anunciar la palabra del Evangelio, no en el aire, sino encarnada en el pueblo”, señaló el jerarca de la Iglesia católica; asegurando que cuando se predica la palabra de Jesús de modo profético, “levanta ronchas, molesta”.

Esta es la segunda semana consecutiva que Báez sale a realizar giras pastorales en la ciudad de Managua, tras dos semanas de intenso ataque mediático dirigido por el régimen orteguista contra el líder religioso católico.
Recibido con aplausos
Cabe señalar, que Monseñor Báez, en Catedral de Managua, fue recibido al inicio de la eucaristía con un sonoro aplauso, y al finalizar la misa las personas asistentes a la celebración litúrgica se acercaron de modo espontáneo al altar para saludar al obispo auxiliar, y gritarle vivas a él y a la Iglesia católica.
“Les quiero reiterar que continúo con la misma disponibilidad de ser un humilde servidor de la palabra de Dios. De estar más que nunca en medio de ustedes como pastor”, manifestó el líder religioso, quién adelantó que posee una agenda llena de visitas pastorales en las parroquias de los departamentos de Managua, Masaya y Carazo.
Monseñor Báez aseguró que Dios, en medio de la virulenta campaña sucia lanzada por el orteguismo en su contra, le ha concedido una gran paz y aseguró que seguirá sirviendo al pueblo de Nicaragua a través de su trabajo pastoral como obispo auxiliar.
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“Hago mías las palabras del señor cardenal Leopoldo José Brenes, cuando habló en nombre de la Conferencia Episcopal de Nicaragua: ¡Los queremos mucho y estamos con ustedes!”, puntualizó el jerarca católico, en referencia al breve mensaje televisado emitido por el Episcopado el miércoles 14 de noviembre, al finalizar su asamblea plenaria anual.
Los verdugos no se han autoexcluido
Durante la homilía, Monseñor Báez hizo énfasis que la vida actual es pasajera; mientras que durante el juicio divino, despojados de todo aquello que crea una máscara, se sabrá si se ha vivido conforme al ideal de Jesús, o por el contrario; se ha escogido el camino de la iniquidad y maldad como opción de vida.
“Todos comprenderán que el sentido de la vida está en ser cada vez más humanos, y en buscar el bien de los seres humanos. Al verlo a él todos comprenderán la verdad de la vida. Al verlo a él que encarna la plenitud de la humanidad gloriosa, todos comprenderán finalmente lo que ha sido verdad o mentira, en sus vidas y en la historia”, señaló el obispo auxiliar de Managua.
Báez, haciendo analogía sobre el fin de los tiempos, recalcó que al final Jesús juzgará a los hombres y a las naciones conforme a su coherencia de vida, dictaminando si ellos han actuado favoreciendo la justicia y paz; o si ellos han actuado azuzando el odio y la violencia contra sus semejantes.
“Al verlo, las víctimas, los pobres, los excluidos; encontrarán finalmente la justicia que el mundo les negó. Y los verdugos que han torturado y han matado, comprenderán que por su maldad contra seres humanos, se han autoexcluido de la vida, se han auto condenado”, sentenció Monseñor Báez.
El jerarca católico manifestó que el reino de Dios se cimienta en las buenas acciones, pues estas son las que perduran a través del tiempo y sirven como fermento para una sociedad mejor.
“La crueldad, la indiferencia, el desprecio de la vida humana, el pecado en todas sus formas; pasará para siempre. Se acabarán. No formarán parte del mundo nuevo que se inaugura con la venida del Hijo del Hombre”, remarcó el también miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Báez exteriorizó que la mejor forma de preparar la segunda venida de Jesucristo, es trabajar en la construcción de un mundo más justo, humano y pacífico; asumiendo las actitudes de Jesús, logrando que Nicaragua sea un país para todos.
“El mal, la injusticia, el pecado y la muerte pasarán. Por eso Jesús al final del Evangelio de hoy dice ´el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán´. Ese final hay que irlo trabajando hoy, por un mundo más humano y más fraterno”, finalizó su homilía el obispo Báez. Tras sus palabras, sonó un nutrido aplauso en Catedral Metropolitana de Managua.
Sullivan, en Catedral
Durante la misa dominical en Catedral, destacó la presencia del nuevo embajador norteamericano Kevin Sullivan; quién aterrizó este jueves en Managua para reemplazar a la hoy exembajadora Laura F. Dogu, al frente de la delegación diplomática de Washington en nuestro país.
Sullivan es católico y sus estudios universitarios los realizó en dos instituciones educativas regentadas por la Compañía de Jesús en EE.UU., Georgetown y Saint Ignatius. Cabe señalar que la comunidad de sacerdotes jesuitas en Centroamérica emitió un fuerte comunicado recientemente apoyando a monseñor Silvio José Báez.
Durante la celebración eucarística, el embajador norteamericano estuvo acompañado de su familia y el padre vicario de Catedral de Managua, fray Silvio Romero; en nombre de la Arquidiócesis de Managua, le agradeció su visita al templo religioso y su presencia durante la misa.
Por su parte, monseñor Báez manifestó que la presencia del diplomático fue a título personal, ya que él es un fervoroso católico.
“Él es un hombre católico, y hoy ha querido iniciar prácticamente su servicio diplomático aquí participando de la eucaristía en Catedral y a todos nos agradó y nos tomó por sorpresa, me parece que fue un gesto personal de él como creyente, el querer venir a la eucaristía a catedral. (Yo) lo saludé al inicio de la eucaristía. Simplemente, él quiso venir como un fiel más a participar de la misa”, indicó Monseñor Báez al ser consultado si la visita del religioso podría ser interpretada como un signo de apoyo de la administración de Donald Trump hacia la Iglesia Católica de Nicaragua.