Mercedes Dávila, mamá de Edwin Carcache, denunció ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) la persecución que vivió su hijo antes de ser capturado ilegalmente por la Policía del régimen de Daniel Ortega.
“Tengo más de seis meses de no estar con él porque andaba en esas casas de seguridad para evitar, precisamente, las represalias del Gobierno”, explicó Dávila.
La madre de Carcache aseguró que su hijo desde mucho antes había sido amenazado y perseguido. Las amenazas de apresar al líder estudiantil Edwin Carcache, graduado de Comunicación Social de la Universidad Centroamericana, se concretaron tras la llamada que recibió Dávila, misma en la que le advirtieron que no dejara salir a su hijo porque “van con todo sobre él”.
Carcache fue capturado, este 04 de septiembre, junto a otros cinco miembros de la Coalición Universitaria, de los seis detenidos cuatro quedaron en libertad, sin embargo, Carcache continúa apresado ilegalmente junto a Alejandro Centeno.
Asedio y robos en El Chipote
Mercedes Dávila, quien el mismo día de la detención de su hijo salió a las calles a demandar su libertad, se presentó en la entrada de Auxilio Judicial, mejor conocido como El Chipote, donde solicitó información de Carcache a lo que el oficial de la Policía del régimen de Ortega respondió “aquí no tenemos información de ningún terrorista y tranquero”.
Dávila intentó grabar la situación de asedio e intimidación que estaba viviendo en las afueras de El Chipote, sitio que se encuentra tomado por las turbas progobierno, y la agredieron y le arrebataron su celular, todo a vista y paciencia de la Policía de Nicaragua que se supone fue creada para brindar a la población “seguridad”.
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) aseguró que este tipo de actos de los “verdugos”, del régimen de Daniel Ortega, es una muestra de la criminialización de los manifestantes pacíficos que disienten de las ideas represivas del Gobierno. Asimismo, refirieron que darán acompañamiento a ambas familias; la de Carcache y Centeno, para interponer los correspondientes recursos legales, además, de las denuncias a nivel internacional.
La progenitora de Carcache aseveró que seguirá en las calles demandando la libertad de su hijo porque “no es un delincuente, no es un asesino, no es un terrorista, no es un tranquero”.