Los representantes de la organización no gubernamental Human Rights Watch se unieron a la demanda, de las más de 54 ONG´S, que solicita una sesión extraordinaria del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la crisis de Nicaragua.
La organización dedicada a la defensa de los derechos humanos expone su preocupación a los representantes del Consejo de la ONU puesto que aseguran que la situación de Nicaragua ha “empeorado drásticamente, desde que comenzaron las manifestaciones contra el gobierno a principios de año y es urgente organizar una sesión especial que contribuya a los esfuerzos regionales y de la ONU que buscan evitar mayor violencia y abusos en el país”, reza la carta enviada a John Fisher, director en Ginebra, y José Miguel Vivanco, director Ejecutivo de las Américas de la ONU.
Human Rights detalló, en su misiva, los niveles de represión que ejecuta el régimen de Daniel Ortaga en conjunto con la Policía de Nicaragua. “La policía ha actuado conjuntamente con pandillas armadas partidarias del gobierno para secuestrar y torturar a manifestantes y activistas en un esfuerzo sistemático para terminar con manifestaciones anti-gubernamentales”, mismas que iniciaron el pasado 18 de abril.
La crisis en Nicaragua ha dejado, en los últimos cuatro meses, más de 300 personas asesinadas y más de 2, 000 heridas, según las cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Human Rights Watch, además, expuso su preocupación por los detenidos ilegalmente, ya que, aseguraron que han recogido información de que están siendo “víctimas de golpizas, simulación de ahogamiento, choques eléctricos y violaciones sexuales”.
Ante las graves violaciones a los derechos humanos que ha dado a conocer la CIDH, que realizó un trabajo de campo y desde hace un mes labor de seguimiento de la crisis en Nicaragua, sobre las violaciones a la libertad de opinión y expresión, de salud, de ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, los homicidios y las denuncias de desapariciones forzadas, es que Human Rights alza su voz para solicitar al Consejo de la ONU que se una “al coro creciente de voces internacionales y regionales que han condenado los abusos en Nicaragua y convocar urgentemente una sesión especial sobre la crisis de derechos humanos en el país”.
Human Right también recomendó al Consejo de la ONU que adopte una resolución en la que exprese su “profunda preocupación sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua (…) así como sobre las agresiones contra defensores de derechos humanos, periodistas y sus familias”, además, de la condena a todas las violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses. Asimismo, la organización de derechos humanos le solicitó al Consejo de la ONU que exija al régimen de Daniel Ortega que “pongan fin a estos abusos, incluyendo los homicidios y agresiones contra defensores de derechos humanos, periodistas, críticos y opositores, y que lleven a cabo investigaciones exhaustivas, imparciales e independientes para garantizar acceso a la justicia y reparación para las víctimas”.
El llamado de Human Right es que el Consejo de la ONU “aborde inmediatamente la situación de derechos humanos en Nicaragua (…) con el propósito de poner fin a los abusos y la impunidad en el país”.