Gustavo Adolfo Herrera Castillo es un oscuro personaje de la política guatemalteca. El gobierno de Daniel Ortega otorgó asilo político a este sujeto. Según investigaciones de diversos medios de comunicación de este país centroamericano, Herrera Castillo está vinculado con los últimos tres gobiernos de la nación chapina.
En un artículo de la periodista Julie López publicado en el medio de comunicación Plaza Pública, señala que Herrera tenía una cuota importante de poder. Según «diputados de oposición y un abogado que le conoce desde años, tuvo un impacto decisivo en algunos de los representantes del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) que integraron las Comisiones de Postulación que eligieron a los candidatos a magistrados del Organismo Judicial».
En la Fiscalía guatemalteca Herrera tenía tres causas pendientes. Uno por corrupción, con el expediente MP0001-2003-167; otro por Lavado de Dinero, con el expediente MP510-2005-3, y el tercero ligado al delito de estafa por 350 millones de quetzales contra el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), bajo el número MP001-2012-62221.
Herrera también fue vinculado con el narcotráfico, aunque esto nunca se convirtió en una acusación formal o captura. «Estos señalamientos son el combustible de su fama», señaló el medio de comunicación Prensa Libre.
Pide asilo por amenazas a su vida
Según la resolución 039-2018, publicada en el Diario Oficial La Gaceta, de Nicaragua, del lunes, 20 de agosto, Herrera argumentó ante el Ministerio de Relaciones Exteriores que realizó la solicitud de asilo político, «por considerar estar amenazada su vida, integridad física, seguridad y libertad». En dicha solicitud Herrera se identifica con el pasaporte 262598582 y aduce ser casado y dedicarse al comercio.
Según informó Herrera, a esa institución “mediante resolución judicial emitida el día 12 de marzo de 2009 por el Juez Undécimo de Primera instancia penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente, fue sobreseído de forma parcial por el delito de lavado de dinero u otros activos, por ser evidente la falta de alguna de las condiciones para la imposición de una pena en su contra y no concurrir los presupuestos procesales y materiales necesarios para su imputación objetiva penal”.
Ortega le abre las puertas por «razones de derechos humanos»
Gustavo Adolfo Herrera argumentó en su solicitud ante la cancillería de Nicaragua que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), lo persigue “al iniciar ilegalmente una tercera persecución penal». Herrera agrega a la solicitud de asilo, «que dicho proceso no se encuentra en trámite en virtud del auto de desestimación y archivo, y que se trata de una persecución política» contra su persona.
Finalmente el Ministerio de Relaciones Exteriores otorgó asilo al sospechoso argumentando que «Nicaragua es respetuosa del cumplimiento de los Convenios de Asilo y los instrumentos de Derechos Humanos y Derechos humanitarios ratificados, que establecen que es potestad soberana del Estado asilante otorgar el asilo», mientras tanto ni el Ministerio de Relaciones Exteriores, ni otra autoridad del régimen orteguista se ha pronunciado por el enorme éxodo que se está llevando a cabo por parte de los miles de nicaragüenses que ya han salido del país, para escapar de la persecución del mismo Gobierno dictatorial que asila al presunto delincuente guatemalteco.
El director de El Periódico, de Guatemala, José Rubén Zamora, al saber del otorgamiento de asilo por parte del Gobierno nicaragüense para su compatriota, escribió en Twitter que “el narcotraficante Gustavo Herrera ha huido a Nicaragua donde recibirá protección y resguardo del cleptodictador y desalmado asesino Daniel Ortega. El costo para Herrera: US$ 1 millón mensual. Lo pagará de los más de Q 320 millones que robó al IGSS”.
Bajo la sombra del dictador: El narcotraficante Gustavo Herrera ha huido a Nicaragua donde recibirá protección y resguardo del cleptodictador y desalmado asesino Daniel Ortega. El costo para Herrera: US$ 1 millón mensual. Lo pagará de los más de Q 320 millones que robó al IGSS.
— Jose Ruben Zamora (@ChepeZamora) 22 de agosto de 2018
El penúltimo asilado de este perfil fue el otorgado al expresidente Salvadoreño Mauricio Funes, quien es considerado un prófugo de la justicia salvadoreña. Funes fue presidente de 2009 y 2014 y hoy se encuentra siendo investigado por la Fiscalía de su país por delitos como enriquecimiento ilícito y corrupción. Luego de enterarse de estas investigaciones Funes solicitó asilo al régimen de Daniel Ortega en septiembre de 2016. Desde entonces está en Nicaragua.