Nahomy Urbina Marcenaro, conocida por los autoconvocados nicaragüenses como la “Comandante Masha”, fue acusada formalmente por el Ministerio Público de Nicaragua, sin embargo, los delitos que se le imputan aún se desconocen. La acusación solicita que se gire oficio de “allanamiento y detención” de la joven de 21 años, quien participó de las protestas sociales en contra de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sin abrirse un proceso.
Según el registro judicial, la Comandante Masha la causa fue presentada con el código número 011797-ORM4-2018-PN ante el Juzgado Décimo Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua, a cargo del Juez Carlos José Solís.
Además de Nahomy Doris Urbina Marcenaro, la Fiscalía también acusa y pide orden de captura contra Jean Carlos Esteban Lesage, Luis Miguel Esteban Lesage, Rodolfo Antonio Rojas Arburola y Josué Santiago Rojas Álvarez.
Como supuestas víctimas, el Ministerio Público, controlado en su totalidad por el régimen de Daniel Ortega, presenta al Estado de Nicaragua y sin mayor identidad, también presenta como ofendidos a Yadira del Socorro Ramos Jara y Alexánder Antonio Nicaragua. La acusación tampoco especifica en qué circunstancias estas personas fueron agredidos por los acusados.
La Comandante Masha cobró relevancia después de conocerse que padece cáncer de limfático y, pese a su condición de salud, atrincherarse en las barricadas de Jinotepe, Carazo.
Masha en las protestas sociales
La Comandante Macha no solo fue parte de las manifestaciones masivas en Nicaragua, sino que se apostó junto a varios jóvenes en el tranque del Colegio San José de Jinotepe, Carazo, pese todos los dolores que le causa el cáncer que padece.
En una emotiva entrevista con la cadena internacional CNN, la Comandante Masha dijo que no dejará de luchar por un país libre, pese a que eso ponga en riesgo su vida.
La joven de 21 años ya había sido víctima de represalias por su participación en las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega. El pasado 12 de julio, denunció en sus redes sociales que su familia estaba siendo asediada en Diriamba, Carazo.
“Agredieron a mi mamá, entraron a mi casa, se llevaron pertenencias mías, se llevaron el teléfono de mi mamá y la golpearon y la amenazaron, le dijeron que si ella sabía de mi paradero que lo dijera y si no que se contactara conmigo y yo me entregara. Si no se las iban a llevar y las iban a matar a mi abuelita, una señora de 80 años, y a mi mamá que va para los 50”, denunció la Comandante Masha, desde su red social.
La última manifestación en la participó la Comandante Masha fue la realizada en honor a los obispos nicaragüenses. La movilización se realizó en solidaridad con los líderes religiosos ante la campaña de difamación y agresiones por parte de la dictadura de Ortega. Ese 28 de julio la Comandante Macha lucía pálida y estaba rodeada de jóvenes que apartaban a los manifestantes para abrirle paso.