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El informe final que presentó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre Nicaragua, en el que responsabiliza al régimen de Daniel Ortega por la graves violaciones a los derechos humanos de los nicaragüenses, fue respaldado por casi todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Países como; México, Chile, Costa Rica, Perú, Brasil, Canadá, Paraguay, Ecuador, Argentina, Colombia y Estados Unidos, fueron claros en rechazar todo tipo de violencia y represión gubernamental en contra del pueblo de Nicaragua, además, destacaron la importancia de que la salida del orteguismo sea por la vía democrática.
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Solo los aliados de Ortega le continúan creyendo a las aseveraciones que el Estado hace ante la comunidad internacional; Venezuela y Bolivia fueron los únicos en apoyar a Nicaragua en las infundadas afirmaciones de que el informe de la CIDH estaba “parcializado”.
El informe de la CIDH además de condenar la represión gubernamental extendió recomendaciones para sobrellevar la crisis, además, expuso los graves resultados que hasta el 20 de junio registran que en Nicaragua se dieron 212 asesinatos, más de 1 000 heridos y 506 detenciones arbitrarias.
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La embajadora de Venezuela, Carmen Luisa Velásquez, aprovechó su intervención para asegurar que el informe de la CIDH no era “profesional e imparcial”, ya que, según la representante venezolana los defensores están “protegiendo a los grupos desestibilizadores en contra del gobierno”.
Las intervenciones de los aliados orteguistas fueron mínimas ante los argumentos de los países que respaldaron el informe de la CIDH y los derechos de los nicaragüenses. El embajador de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, quien recientemente visitó Nicaragua para obtener información de primera mano de la situación, intervino en la sesión extraordinaria del Consejo para “condenar los actos de violencia en Nicaragua, la intimidación, incluyendo los ataques de fuego que mataron a una familia, incluidos a niños. Los ataques recientes a la ciudad de Masaya son inaceptables”.
El representante estadounidense llamó a que la OEA a que “cumpla con su compromiso” para que en Nicaragua hayan reformas democráticas que garanticen a los ciudadanos elecciones libre, justas y transparentes que respondan únicamente a la voluntad del pueblo.
En la política no tiene sentido prevalecer sobre la voluntad popular, es la voluntad del pueblo la que debe prevalecer en elecciones libres #Nicaraguahttps://t.co/DZHHe9xY8y pic.twitter.com/muTidjJn0p
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 22 de junio de 2018
Por su parte, el embajador de Chile, Juan Aníbal Barría, en su intervención ante el Consejo de la OEA defendió “el profesionalismo del personal de la CIDH”, que detalló la grave crisis de violación a los derechos humanos en Nicaragua, pese a que el Estado nicaragüense insistió en restarle validez.
Mientras éste tipo de intervenciones se daban en el Consejo de la OEA, las redes sociales estaban encendidas. El pueblo de Nicaragua rechazó la intervención del Canciller Denis Moncada que afirmó que el informe de la CIDH es “subjetivo, sesgado, pre-juiciado y notoriamente parcializado”.
El obispo auxiliar de Managua, en Nicaragua, José Sillvio Báez, escribió, en su cuenta de Twitter, lo vergonzoso que es el discurso que llevó la representación de Nicaragua ante el Consejo de la OEA.
Es vergonzoso el discurso cínico. El cinismo funciona como una droga para no afrontar la realidad, como un sedante para soportar la vergüenza por el mal cometido y como un estimulante para dar apariencia de fortaleza. Al final el cínico acaba intoxicado.@CIDH
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 22 de junio de 2018
El apoyo para la CIDH y para los derechos de los nicaragüenses en el Consejo de la OEA se continuó sintiendo. La embajadora de Costa Rica, María Hernández Bolaños, se unió a la condena de las órdenes del Gobierno que se asestaron en contra del pueblo de Nicaragua, además, acogió el informe de la CIDH, mismo que aseguró “atestigua las actuaciones abusivas y uso desproporcionado de las fuerzas”.
El Gobierno de Canadá, representado en la OEA por la embajadora Jeniffer May Loten, también condenó las actuaciones de las fuerzas gubernamentales que hicieron uso desproporcionado de la fuerza e indicó que es “inaceptable los crímenes y los perpetuadores de esos crímenes”, por lo cual, hizo un llamado a la OEA a “sustentar la democracia en las Américas”.
May Loten celebró el anuncio de posibles elecciones anticipadas en Nicaragua, pero le recordó al Gobierno de Daniel Ortega que éstas deben ser “en un ambiente sin intimidación”, por todas esas responsabilidades que tiene como un Estado miembro de la OEA.
Elecciones que tendrían las condiciones legales, técnicas y humanas, según las gestiones que realiza la OEA en conjunto con el Estado de Nicaragua, para el primer trimestre de 2019. Sin embargo, eso dependerá de los resultados que se obtengan del Diálogo Nacional que continúa entre la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y los representantes del régimen de Daniel Ortega, mediado por la Comisión de Mediación y Testigo, liderada por los obispos de Nicaragua.
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