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Este 28 de mayo, Managua se despertó con la noticia de que un grupo de universitarios se tomó nuevamente las instalaciones de la Universidad Nacional de Ingeniera (UNI). Dos horas después, los antimotines atacaron, tanto a los estudiantes como a los civiles que transitaban por esa zona de la capital.
«Métodos del Gobierno de Ortega son crueles»
En el manifiesto que leyeron los estudiantes de la UNI, repudiaron los métodos que el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo han utilizado ante la crisis que se vive en el país desde el pasado 18 de abril. Los universitarios denunciaron la violencia, la censura e incluso catalogaron de burla el actuar del Gobierno ante la pérdida de vidas humanas.
«Como estudiantes de la UNI, nos hemos manifestado pacíficamente recurriendo a las vías legales dentro del recinto para tratar de rectificar las agresiones a nuestra ley de autonomía».
En el manifiesto que leyeron los universitarios afirmaron que Nicaragua se enfrenta al obstáculo de la perdida de la institucionalidad, la perdida de credibilidad de las autoridades y la indiferencia ante las demandas estudiantiles e instaron a la población a continuar con determinación las protestas de forma pacífica en la «insurrección cívica».
Las demandas de los universitarios
El primer punto que exigieron los estudiantes de la UNI fue la democratización del país. El cese a la represión de cualquier tipo sea censura, intimidación, chantaje o la movilización de grupos paramilitares. Así mismo los estudiantes exigieron la sanción a los responsables de las muertes en Nicaragua señalando a instituciones como las alcaldias municipales y Ministerio de Salud.
Los universitarios también exigieron el respeto a la autonomía universitaria y la sanción a las autoridades universitarias que participaron en la masacre de abril. «El arma es el recurso de un sistema corrupto e irreconocible para pregonar lo indefendible», así finalizó el manifiesto estudiantil.
Madre denuncia secuestro de su hijo
Mientras la UNI era retomada por los estudiantes la señora María Elsa Aburto denunció en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), el secuestro de su hijo Kennett Romero Aburto. Según la madre del joven el hecho ocurrió en el Barrio El Riguero.
Kennett de 23 años estaba comprando en una pulpería juntos a dos muchachos, cuando hombres armados se bajaron de dos camionetas Hilux sin placas y lo interceptaron en la calle del vecindario. Según testigos uno de los jóvenes logró escapar, pero Kennett no tuvo tanta suerte y fue atrapado luego de golpearlos los subieron a una de las camionetas y se los llevaron. Ambos jóvenes siguen desaparecidos.
Doña María Aburto, de 59 años, dijo ignorar si Kennett participaba de las protestas en contra de Daniel Ortega y Rosario Murillo y señaló temer por la vida de su hijo sobre todo teniendo en cuenta que el fin de semana apareció el cuerpo sin vida del joven Keller Pérez, en la Cuesta El Plomo, quien presentaba señales severas de tortura.
«Mi temor es que donde esté me lo torturen o que me lo maten», dijo María Aburto.
Vuelven a sonar los disparos en la UNI
Poco después de que los universitarios tomaran el control de la UNI, las turbas orteguistas atacaron el recinto universitario. Dos camionetas y un microbús movilizaron a las fuerzas de choque de Daniel Ortega quienes realizaron disparos desde los vehículos en una nueva manera de atacar a los universitarios. Dentro de la casa de estudios los jóvenes levantaron barricadas para poner resistencia al asedio de las fuerzas de choque.
Luego de varios minutos de ataques de las turbas orteguistas varios grupos de motorizados se movilizaron a la zona para apoyar a los estudiantes quienes a punta de morterazos lograron repeler el ataque de las turbas.
Queman fachada de radio oficialista
Mientras las turbas orteguistas reculaban se corrió el rumor entre los manifestantes de que en el interior de la oficialista Nueva Radio Ya habían ‘turberos’ que se estaban preparando para continuar reprimiendo a los jóvenes que estaban dentro de la UNI. Los manifestantes comenzaron a lanzar morteros frente a la puerta de dicha emisora hasta ocasionar un incendio que devoró la fachada del edificio.
Minutos después un gran dispositivo de antimotines se presentó en la zona haciendo uso de balas de goma y de plomo para disolver la manifestación. Logrando hacer retroceder a las personas que estaban frente a la Universidad Centroamericana (UCA) un actuar diferente al día en que fue incendiada totalmente radio Darío, esta vez la Policía Nacional, si se presentó en la zona para proteger a esta emisora.
Ataques con AK47
El operativo de la policía recordó los primeros días de las protestas de abril. Los disparos eran combinados entre balas de goma, bombas de sonido y balas de plomo. Más de diez personas resultaron heridas por arma de fuego. Los disparos fueron en el estómago, la cabeza y las extremidades. Los heridos fueron trasladados a los hospitales privados Vivian Pellas y Bautista ante el nulo acceso al sistema de salud pública.
Los manifestantes retrocedieron hasta llegar a la rotonda Rubén Darío donde se hicieron presentes más motorizados, taxistas y otros civiles para intentar proteger a los universitarios quienes podrían volver a ser atacados. Los antimotines llegaron hasta la zona de la gasolinera puma de Metrocentro donde sin importarles la presencia de ciudadanos y periodistasdispararon directamente a las personas que se refugiaron en el interior de la tienda Súper 7.
Por parte de las fuerzas antidisturbios de la policía, de nuevo fueron agredidos los periodistas. Ivette Munguía del diario La Prensa sufrió un disparo de bala de goma en el brazo izquierdo.
Munguía al recibir el impacto en su brazo corrió y se encontró con el equipo gráfico de la Agencia EFE quienes se lanzaron al suelo refugiándose detrás de un automóvil. Dos agentes de la policía se acercaron hasta donde estaban los periodistas y les ordenaron que se incorporaran gritándoles «¡Que se levanten hijueputas!».
Jorge Torres, fotógrafo de EFE, mostró su identificación, pero esto no impidió que fuera agredido por los antimotines, al igual que la periodista Renée Lucía Ramos también de la agencia EFE. Los oficiales les rodearon y los obligaron a salir de la zona. Munguía les gritaba desesperadamente que eran periodistas. Al salir de la zona los oficiales siguieron disparándoles con balas de goma.
Luis Alemán, cámara de Canal 12, también recibió un disparo con bala de goma en el brazo. Alemán se encontraba grabando en la zona de Metrocentro cuando pasaron dos camionetas de antimotines que disparaban mientras los vehículos iban en marcha. Según testigos los antidisturbios disparaban a todo civil que estuviera en las calles.
Más heridos por la tarde
Las fuerzas policiales cerraron la tarde con una redada brutal, más de 5 camionetas llenas de antimotines llegaron hasta la gasolinera de Metrocentro disparando a quienes estuvieran en la vía publica incluso a los compradores de este popular centro comercial.
Los disparos destruyeron las ventanas de la tienda de conveniencia Súper 7 donde se encontraban refugiados muchos de los manifestantes y periodistas. Durante esta embestida policial fueron detenidos varias de las personas que estaban en la zona, y fueron heridos otra gran cantidad de manifestantes entre ellos dos miembros de la Cruz Roja que estaban en la zona brindando asistencia médica a los heridos.
Los antidisturbios llegaron hasta la tienda de conveniencia y entraron para detener a varias de las personas que estaban refugiadas en esa tienda, entre los detenidos están dos miembros de los paramédicos y uno de los bomberos que estaban en la zona.
Este nuevo ataque de la Policía Nacional se perpetró mientras en el Seminario Nacional se realizaba una reunión de representantes de las comisiones de la sociedad civil y estudiantes con la comisión orteguista para anunciar la reanudación del Diálogo Nacional.
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