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El joven Reynaldo Soltelo Ortiz, de 20 años fue impactado por dos disparos cuando regresaba de un plantón cívico en la entrada principal de Ciudad Sandino.
El joven Sotelo se movilizó con otros jóvenes de su barrio, y a las 8:20 de la noche del martes, 22 de mayo, regresaban a sus casas, ubicadas en el sector de los bomberos de ese municipio, cuando fueron tiroteados por un grupo de 10 hombres que se movilizaban en una camioneta color azul, identificada como propiedad de la Alcaldía de la localidad, administrada por el gobernante, Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Según Sonia Sotelo, hermana de la víctima, su hermano recibió uno de los balazos en el pómulo y el otro en el cráneo, y fue trasladado de urgencia al hospital Antonio Lenín Fonseca, pero los médicos solo limpiaron la sangre y lo intentaron meter en una habitación sin realizarle exámenes de rigor para determinar si la bala, sin orificio de salida, podría provocarle la muerte, por lo que la familia decidió sacarlo de ese hospital público y trasladarlo al Vivian Pellas, para que reciba atención médica.
“Lo vamos a sacar de aquí por que no confiamos en este hospital. Así como está la situación y como han estado actuando estos doctores me lo van a dejar morir… Los muchachos que andaban con él me dicen que lo vamos a llevar al (hospital) Vivian Pellas”, dijo la hermana del joven, con tono de preocupación.
El saldo mortal de la represión
Desde que iniciaron las protestas cívicas contra el régimen de Daniel Ortega, el 18 de abril, las fuerzas policiales y grupos de choque, armados por el oficialismo, han asesinado a 76 personas, entre estudiantes, pobladores y periodistas, según lo constató la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El reporte de la CIDH además constató que durante las protestas resultaron 868 personas heridas. El joven Reynaldo Sotelo se ha convertido en la víctima número 869.
La CIDH, en su informe preliminar sobre sus investigaciones en el país, instó al Gobierno de Nicaragua a “cesar de inmediato la represión a los manifestantes y la detención arbitraria de quienes participan de las protestas”.
El organismo internacional de derechos humanos también exhortó al régimen de Ortega a “respetar y garantizar el goce pleno del derecho a la protesta, a la libertad de expresión, a la reunión pacífica y a la participación política de la población”.
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En su informa, la CIDH también instó al oficialismo a desmantelar los grupos paramilitares que operan como fuerzas de choque para asesinar y amedrentar a los ciudadanos que protestan.
Los compromisos del diálogo
El orteguismo ha intentado desmontar las protestas ciudadanas que tienen en jaque a su régimen, mediante supuestas treguas para detener la violencia policial y paramilitar, pero en los distintos municipios, sus estructuras violentas siguen operando con absoluta impunidad.
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