[vc_row][vc_column][vc_column_text]El Diálogo Nacional inició este miércoles, 16 de mayo, en las instalaciones del Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima a las 10 de la mañana. Los alrededores del local estaban tensos desde tres horas antes del encuentro, empezaron a congregarse trabajadores del Estado y miembros del Frente Sandinista que llegaban en autobuses, en su mayoría vestidos de blando y un perímetro de 200 metros a la redonda estaba altamente custodiado por la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua.
A dos cuadras del Seminario se encontraba un tranque policial que decidía a quién dejar pasar, pese a que los organizadores, mediadores y testigos son los miembros de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. En este tranque se retuvo durante una hora a Medardo Mairena, coordinador de Movimiento Campesino Anticanal, invitado al Diálogo.
Mientras tanto, en el portón del Seminario estaban docenas de periodistas que desde las ocho de la mañana esperaban ingresar al salón en el que empezarían las conversaciones más históricas de Nicaragua. Los hombres y mujeres de prensa mitigaron su espera reportando la entrada de embajadores; de Venezuela, Irán y Estados Unidos, representantes del sector privado, líderes de la iglesia católica, asesores presidenciales.
A las 9:30 de la mañana, llegaron a bordo de microbuses los universitarios que han mantenido la lucha desde las calles y las instalaciones de sus almas mater. Los jóvenes al encontrarse con la noticia de que no permitían el ingreso de Mairena se detuvieron y exigieron que lo dejaran ingresar. Los estudiantes salieron victoriosos, puesto que los sacerdotes abogaron ante los agentes policiales para que abrieran el paso.
Se dieron las 10 de la mañana y se empezaron a desplegar agentes de la Policía Nacional, masivamente, esto indicaba que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo estaban por ingresar. Ocho motocicletas presididas de tres Mercedes Benz, plenamente, custodiados de más de tres patrullas policiales, fue parte del arsenal de seguridad que custodió al presidente de Nicaragua, quien conducía uno de los tres Mercedes, para su ingreso al local del Diálogo Nacional.
En las afueras del Seminario se encontraban un grupo de mujeres de distintos movimientos feministas, que al ver el ingreso de Ortega decidieron empezar a gritar “asesino, asesino, asesino”, esto en repudio por la represión policial que ha dejado luto en las familias nicaragüenses.
Acto inaugural
Con la llegada del presidente y de todos los sectores, la mesa estaba lista para empezar el Diálogo Nacional. Los jóvenes llegaron vestidos de negro, en representación del luto por los más de 60 asesinatos que han dejado los más de 25 días de protestas contra el régimen de Daniel Ortega.
La mesa de diálogo estuvo tensa durante la hora y treinta minutos que duró el encuentro, con el cual se apertura las conversaciones que buscan, según los sectores sociales y empresariales; justicia, paz y democratización.
Los obispos elevaron oración y luego se entonó las notas del himno nacional, después del cual los jóvenes universitarios llevaron su protesta a la mesa “no eran delincuentes, eran estudiantes”, “no eran delincuentes, eran estudiantes” y luego se sentaron como los demás y se empezó dándole la palabra al presidente Daniel Ortega.
Los universitarios le asaltaron la palabra a Daniel Ortega para recordarle que no estaban ahí para escuchar un discurso más, sino para “negociar su salida y la justicia para todos los asesinatos” cometidos contra los ciudadanos que protestaban en contra de su régimen.
Jóvenes asaltan la palabra para exponer sus demandas
Lesther Alemán, estudiante de la Universidad Centroamericana, le aseguró a Daniel Ortega que ellos estaban sentados en esa mesa, únicamente, para exigir el “cese la represión inmediatamente, que haya justicia para los asesinados” y no para “escuchar uno más de sus discursos que por 12 años hemos escuchado”, porque consideran que “en un mes ha desbaratado el país y a Somoza le costó muchos años”.
El estudiante también le rememoró al presidente de dónde viene el poder de los gobernantes, “el poder radica del pueblo, estamos aquí y hemos aceptado estar aquí con todo el respeto que se merecen para exigirle que ahorita mismo ordene el cese inmediato de los ataques que se están perpetrando en nuestro país”, gritó Alemán, mientras todos en la sala se quedaron impactado por su valentía y poder de palabra para representar a los universitarios.
El universitario Alemán le explicó a Ortega que le asaltó la palabra por todo el sufrimiento que ellos han sufrido y le detalló “usted no sabe el dolor que hemos vivido en 28 días. Nosotros no hemos vivido tranquilos, estamos siendo perseguidos. Asalto su palabra porque nosotros hemos puesto muertos, nosotros hemos puesto los desaparecidos, los que están secuestrados nosotros los hemos puesto hoy, nosotros hemos venido y no es una mesa de diálogo. Es una mesa de negociación de su salida y así lo ha pedido la población”.
El pronunciamiento de Lesther Alemán en la mesa de Diálogo culminó con la consigna que sus compañeros comenzaron “no eran delincuentes, eran estudiantes”, a esto lo siguió el discurso de Daniel Ortega.
Discurso de Daniel Ortega
El presidente de Nicaragua como de costumbre citó vivencias históricas de su pasado en la Revolución Sandinista, además, se refirió a las masacres que se perpetran en Jerusalén, donde recientemente se asesinaron a más de 60 personas. Según Ortega ahí se realizan esas masacres masivas y son “asesinados a bala viva”.
Las declaraciones del presidente también se enfocaron en un llamado al cese del derramamiento de sangre, además, aseguró que “la Policía tiene órdenes de no disparar”, sin embargo, en videos de reportes ciudadanos se vislumbran a los agentes policiales armados y disparando contra las protestas, marchas o plantones pacíficos.
El presidente de Nicaragua aseguró que están buscando la justicia para los asesinatos de “todos” “porque tiene que haber justicia para todos”, además, reafirmaron que hicieron llegar una invitación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Este organismo internacional ya anunció que realizará una visita in loco en Nicaragua; no obstante, hasta el momento no ha notificado la fecha y los nombres de los representantes.
La CIDH, desde el 26 de abril solicitó formalmente al Estado de Nicaragua una visita de trabajo, pero el Frente Sandinista les pidió que “aguardara a los procesos internos”, pero por la presión de todos los sectores a nivel nacional cedió y permitió el ingreso.
El salón de eventos del Seminario permanecía tenso, la comparecencia de Daniel Ortega estuvo interceptada constantemente por frases como “asesino”, “es tu culpa”, “ustedes son los armados”, “ustedes son los que disparan”, “cínico”.
Daniel Ortega insistió en este nuevo discurso en que los culpables de la crisis de Nicaragua son los universitarios. El presidente señaló que los estudiantes tienen arsenales de armas, que no son hechizas, dentro de las universidades, asimismo, los culpó de accidentes de tránsito, tranques y saqueos.
Las afirmaciones de Ortega fueron rechazadas por los universitarios que estaban presentes en la mesa de Diálogo. Ante tanto desestimo, la vicepresidenta Rosario Murillo intervino intentando calmar los ánimos “todos nos sentimos indignados por lo que ha ocurrido en Nicaragua y como madre yo quiero decir que el camino de Nicaragua no es la guerra, el camino es la paz, el respeto a las madres a las mujeres”.
Rosario Murillo pierde la paciencia
La vicemandataria perdió los estribos ante las constantes interrupciones de Azahálea Solís, quien sostenía una página completa del Diario La Prensa en la que aparecían los rostros de los asesinados de abril. Murillo le solicitó respeto “es realmente triste ver a una mujer agredir a otra mujer. Yo le pido a usted (Solís) respeto y les pido a todos que pensemos en Nicaragua que pensemos en las nuevas generaciones”. Las palabras de Murillo fueron igual de abucheadas que las de Ortega.

La representación de los campesinos en la mesa de Diálogo también se pronunció y le informaron a Ortega que son los campesinos quienes están realizando los tranques, para que no culpe a otros, además, refirieron que respaldan totalmente las acciones de los estudiantes y que seguirán luchado por una nueva Nicaragua.
El cardenal Leopoldo Brenes intervino en las discusiones y refirió que se han sumado a “este desafío tan complejo” del Diálogo Nacional, para “encontrar juntos las soluciones a las demandas”. El obispo Abelardo Mata de la diócesis de Estelí también extendió palabras para exigir al Gobierno sandinista que retire toda la represión y acoso policial en todo el país.
La hora de conversaciones fue tensa y en el ambiente lo que menos se respiraba era paz. Los universitarios antes de que se diera por culminado el encuentro empezaron a leer cada uno de los nombres de los jóvenes asesinados. El acto produjo en la mayoría de los asistentes gran conmoción y, el llanto de los estudiantes no se hizo esperar.
Culminación del acto de inauguración
Los obispos de la CEN dieron por terminada la sesión inaugural con las notas del himno nacional y el llamado a todas las partes a llevar para el próximo viernes, 18 de mayo, la agenda que se empezará a discutir.
Los sectores de la sociedad civil, campesinos, universitarios y sector privado aseguraron que se mantendrán en el diálogo, pese a que consideran que no son las condiciones más idóneas. Los universitarios hasta el momento aseguraron que “no ven disposición del Gobierno Sandinista de ceder en la justicia, paz y democracia”.
Después del encuentro de la sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua, en las calles empezaron las protestas, mismas en las que se continuaba exigiendo la salida del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los manifestantes, en su mayoría jóvenes estudiantes, expresaban que no ven ningún avance con la instalación del diálogo nacional, ya que las palabras de Ortega siguen culpando a la sociedad de los actos que, aseguran, su Gobierno comete.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]