[vc_row][vc_column][vc_column_text]La noche del sábado 12 de mayo Nicaragua nuevamente fue testigo de la brutal represión que desde el 18 de abril se vive en las calles del país. En esta ocasión la víctima no fue una universidad, ni una marcha, ni un plantón. El régimen de Daniel Ortega ataco a una ciudad completa.
¡Que el Predidente Ortega dé la cara en televisión y explique lo que sucede en Masaya, que detenga las fuerzas represivas y muestre su voluntad de querer evitar un caos social!
— Silvio José Báez (@silviojbaez) 13 de mayo de 2018
Las turbas orteguistas, en conjunto con la policía Nacional sembraron el terror en una de las ciudades icónicas del país. Tras casi 17 horas de sangrienta represión, la jornada acabó con dos ciudadanos asesinados, establecimientos saqueados, la alcaldía y el mercado de artesanías incendiado y más de 150 heridos según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH).
Saqueos e incendio provocado
Según pobladores y vendedores del mercado de artesanías en Masaya, a medio día, las fuerzas antimotines se atrincheraron en dicho mercado. Los vendedores, al ver la gran cantidad de agentes decidieron cerrar sus tramos y salir del centro de ventas. Unas horas después, dentro del mercado de artesanías inició un incendio. Los vecinos dicen que en el edificio solo estaban los antimotines y culpan a la policía de provocar el siniestro.
Dos tiendas de electrodomésticos fueron saqueadas, y la alcaldía de Masaya tambien fue incendiada. En todos estos actos de vandalismo la población de Masaya señala como responsables a simpatizantes del Frente Sandinista y a la Policía Nacional.
«Lo que quiero es justicia»
Heriberto Rodríguez tenía 45 años, recibió un disparo certero en la cabeza que acabó con su vida de forma inmediata. Su cuerpo quedó tendido en el pavimento en las inmediaciones del cine González, de Masaya.
Donde murió Rodríguez, los pobladores improvisaron un altar con flores y piedras. En medio de los adornos había una gran marca de sangre. Una mujer con una bandera de Nicaragua velaba el sitio al ser preguntada sobre si era familiar de Heriberto, dijo ser una amiga cercana.
«Lo que yo quiero es justicia, ya que su familia es de Managua. Yo soy como hermana para él y para su esposa, sus hijos yo soy una tía para ellos. Porque su hijo, de 16 años, queda en orfandad. Lo que yo quiero es justicia», exigió la mujer originaria de Masaya.
Luis Manuel Montano fue testigo del asesinato de Heriberto Rodríguez. Según el poblador de Masaya iba caminando en dirección a su casa cuando un grupo de policías se pusieron en la esquina de los bancos por el parque central y comenzaron a disparar.
«Él (Rodríguez) me dice hacete a la orilla cuidado te pegan, cuando me dice eso se sale a la orilla y ahí es cuando le pegan y cae. Yo fui el primero que lo miré cuando le pegaron el balazo (…) lo montamos a una moto, lo llevaron al hospital, pero lo dieron por muerto».
El segundo ciudadano que resultó muerto, según Álvaro Leiva director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), aún no ha sido identificado. Según Leiva en las últimas 48 horas la situación en Masaya y sus alrededores ha sido de tensión y dolor.
«Los ciudadanos solo estaban ejerciendo su legítimo derecho a protestar, desgraciadamente la policía reacciono de manera desmedida y ahora tenemos más de 150 personas heridas y dos fallecidas».
«Intentamos un alto al fuego desde la tarde»
Según Álvaro Leiva, por la tarde una comisión de la ANPDH, junto al sacerdote Salesiano Augusto Gutiérrez intentaron llegar hasta la estación policial de Masaya para mediar y lograr un alto al fuego, pero fueron atacados con gases lacrimógenos.
«De haber podido hablar antes, se hubieran evitado más heridos, nosotros intentamos un alto al fuego desde la tarde, pero nos lanzaron gases lacrimógenos».
El alto al fuego se logró según el defensor de derechos humanos, hasta la media noche cuando junto al padre Bismark Conde negociaron la entrega de un oficial de policía y un civil, que los pobladores habían detenido, a cambio de 24 jóvenes que habían sido apresados por la Policía Nacional. El sacerdote también exigió un alto al fuego en las próximas 24 horas.
Entregaron a 3 oficiales más
Esta mañana según la ANPDH, los pobladores de Masaya entregaron a otros 3 oficiales de Policía que habían sido retenidos durante los enfrentamientos de la noche del sábado. Según Leiva esto fue una muestra de que las protestas son pacíficas y no quieren más muertes.
«La gente no les hizo nada a los policías, son seres humanos como nosotros. En cambio la actitud de la Policía ha sido marcadamente en violación a los derechos humanos. Han generado más dolor, más sangre. Perdimos dos vidas humanas y tenemos a más de 150 lesionados».
«Un nuevo repliegue»
Desde que iniciaron los ataques en la ciudad de Masaya, las redes sociales ardían de impotencia y de indignación. La mañana de este domingo, 13 de mayo, los ciudadanos de varias ciudades de Nicaragua se autoconvocaron para ir hasta Masaya como señal de solidaridad.
Los ciudadanos de Managua se citaron en la rotonda Jean Paul Genie. Donde había automóviles, motocicletas, camionetas llenas de ciudadanos con banderas, pitos, tambores y pancartas. Los manifestantes estaban muy indignados con el actuar policial en Masaya.
«Venimos a decirle al pueblo nicaragüense que no importa cuántas veces nos vuelen balas nos vamos a volver a levantar. Nosotros no tenemos miedo, miedo tienen ellos y están cagado por eso hacen el genocidio que hacen», dijo una ciudadana originaria de Managua.
En las transmisiones en vivo de Artículo 66, los ciudadanos invitaron a la población a unirse a las manifestaciones en contra del Gobierno de Daniel Ortega que desde el 18 de abril ha realizado innumerables acciones que han dejado más de 50 personas asesinadas según las cifras de los organismos de derechos humanos.
«Tienen que poner su mano en la conciencia, la sensibilidad la tienen perdida. Ver caer a tanto joven a tanto futuro de Nicaragua y no sentir la compasión y la solidaridad y todavía seguir ciego, es demasiado», aseguró una ciudadana que invitaba a la población a sumarse a la marcha.
La gran caravana iba cobrando más fuerzas a medida que se acercaba a la ciudad de Masaya. Los pobladores se sumaban a la movilización. Cuando la caravana llegó a Masaya fue recibida entre gritos, bocinazos y morterazos. Los manifestantes colocaron banderas de Nicaragua en la rotonda de San Jerónimo, patrono de este municipio y recorrieron varias calles de la ciudad.
La gran caravana de automóviles y hasta bicicletas recorrió los casi 25 kilómetros que separan a la capital de una de las ciudades más emblemáticas, por su papel en la revolución de 1979, que acabó con la dictadura de Somoza. Hasta el momento esta fue la movilización más larga de estas jornadas de protestas.
Por la tarde, la movilización se concentró en la comunidad indígena de Monimbó, uno de los poblados de Masaya que ha sido embestido por la represión de las fuerzas de choque del FSLN y los antimotines, pero que más ha resistido en las calles, en una insurrección ciudadana, similar a la de 1978, cuando fue atacada a sangre y fuego por la dictadura somocista, derrocada en julio de 1979.
En cada calles de Monimbó la rebeldía popular se agitaba con el son testimonial de “Vivirás Monimbó, llama pura del pueblo, que oigo en tu corazón, atabal guerrillero, donde el indio cayó, floreció el granadillo, para hacer la marimba que tocan los sones de liberación”.
Representantes del Movimiento Estudiantil 19 de abril leyeron un comunicado donde repudiaban el actuar de la Policía Nacional. La Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos anunció que mañana estarán brindando más detalles sobre las victimas mortales y los heridos resultantes de la noche del sábado 12 de mayo.
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