[vc_row][vc_column][vc_column_text]Artículo 66, converso con jóvenes que son parte de los movimientos universitarios que desde hace casi 25 días están en las calles protestando contra la represión y pidiendo justicia por los asesinatos. Los 3 jóvenes entrevistados son víctimas de persecución en sus municipios y por razones de seguridad no quisieron revelar sus nombres completos, ni ser fotografiados.
«No podíamos quedarnos de brazos cruzados»
Dania es originaria de San Carlos, desde hace 2 años forma parte del Movimiento Campesino. Ha participado en marchas por la derogación de la ley 840. Es estudiante de enfermería y ha venido a Managua para apoyar a los estudiantes que salen a protestar.
«El movimiento campesino está apoyando a los jóvenes en sus luchas, hemos estado mostrando nuestro apoyo con plantones en Nueva Guinea, en El Tule, Río San Juan, en las diferentes comunidades».

Según la estudiante, los campesinos tienen claro que quieren impulsar un paro nacional para presionar a Daniel Ortega para que salga del poder. Pero saben que no pueden realizar un paro sin el apoyo de la población.
«Tenemos puntos estratégicos para realizar el paro, la zona de Rivas, Chinandega, las Segovias, El Rama, son algunos, pero necesitamos del apoyo de todos».
Dentro del Movimiento Campesino cada vez pierden más la confianza en el supuesto dialogo Nacional. Dania asegura que los campesinos sienten que están jugando con el pueblo de Nicaragua y que solo ven represión y muerte por parte del Gobierno.
La joven asegura que, aunque su lucha siempre ha sido en contra de la ley 840, ellos no podían quedarse de brazos cruzados viendo como la Policía Nacional y las turbas orteguistas masacraban al pueblo.
«Nosotros vamos a seguir trabajando para apoyar a los jóvenes, no queremos más muertos, ni heridos. En estos años de lucha los campesinos hemos recibido balas, tenemos muertos y heridos y sabemos lo que es eso».
Los pueblos blancos despertaron
Karla es una joven universitaria del municipio de Diriomo, ella junto a otro grupo de estudiantes de otros municipios de los llamados pueblos blancos, desde el 18 de abril están organizándose para salir a las calles a reclamar justicia por los asesinados por las turbas orteguistas y la policía nacional.
«Somos parte del Movimiento 19 de abril, estamos muchas personas de Diriomo, Diriá y más jóvenes de los pueblos cercanos».
Según Karla la mayoría de los jóvenes que están dentro del movimiento estudiantil han vivido estos días con mucha incertidumbre ya que la mayor parte del tiempo tienen que actuar de manera rápida, por temor a la represión policial, pero están contentos porque hay muchas personas que se están sumando al movimiento.
«Nos alegra que los pueblos blancos se estén pronunciando, casi siempre escuchamos que salen los del norte, los de León, los de Managua, pero el pueblito casi nunca se levanta. La semana pasada tuvimos una caravana grande de todos los pueblos y se sumaron gente de Masaya y sus municipios y se notó en un lugar icónico que es Niquinohomo donde nació Sandino».
Para Karla lo más difícil de estos días es sentirse perseguida por los simpatizantes del FSLN de su barrio y por los oficiales de Policía locales.
«Nos cuesta reunirnos, cada vez que nos reunimos nos emboscan motos, nos llaman y nos amenazan, nos patrulla la policía, queremos hacer una protesta y tenemos que estar cuidando al grupo y cuidándonos nosotros».
En el caribe «las cosas van empeorando»
Bluefields es una de las ciudades más importantes del Caribe sur. Las movilizaciones se han vivido de manera intensa, ya que según Alex, las protestas multitudinarias no son muy comunes en esa zona del país. Pero esta característica cultural no ha detenido a un grupo de estudiantes que se han autoconvocado para salir a las calles. Según Alex en las ciudades pequeñas es donde es más difícil salir a manifestarse.
«Lo hemos vivido difícil en las ciudades pequeñas, porque las amenazas a los dirigentes de las marchas han sido directas y más después del asesinato del periodista Ángel Gahona».

A este respecto hay muchas dudas por parte de la población, sobre la culpabilidad de los jóvenes Brandon Cristofer Lovo Tayler, de 18 años, y Glen Abraham Slate, de 20 años a quienes la Fiscalía ha acusado de ser los autores del asesinato del reportero.
Lejos de los canales de televisión y la radio tradicional, en el Caribe las redes sociales han jugado un papel más protagónico. Según Alex son la principal fuente de información, pero muchas veces ellos no logran poder identificar que noticias son reales o falsas, pero gracias a sus contactos en el pacifico han podido contrastar las noticias.
«Con ayuda de algunas alianzas de fuera de la Costa, hemos podido corroborar ciertas informaciones para luego hacérselas llegar a la población».
Para Alex la situación en el caribe está volviéndose cada día más tensa y no confía en el Gobierno, ni en el supuesto dialogo nacional que aún no tiene fecha de inicio.
«Creo que en lugar de mejorar, las cosas van empeorando. En el Caribe nicaragüense es una lucha histórica que hemos tenido, y nosotros nos hemos dado cuenta de la corrupción de este Gobierno desde hace mucho. Hemos visto la construcción de Gobiernos comunales paralelos que son afines al Frente Sandinista».
Los 3 jóvenes aseguran que desde que iniciaron las protestas están trabajando para organizarse mejor. Denuncian que son víctimas de acoso y amenazas por parte de simpatizantes del Frente Sandinista, pero que continuarán saliendo a las calles para pedir justicia. Muchos de ellos llevan varias noches fuera de sus casas por temor a que tomen represiones en contra de sus familias. Actualmente se preparan para asistir al dialogo nacional que todavía no tiene fecha de inicio.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]