[vc_row][vc_column][vc_column_text]Desde el 18 de abril que inició la crisis en Nicaragua, dentro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se inició una guerra interna por el control del partido rojinegro. Dentro del oficialismo hay varios bandos en una encarnizada lucha por el poder. Por un lado, están los combatientes históricos, retirados del Ejército y figuras emblemáticas del viejo sandinismo, y en el otro bando, los fieles a la vicepresidenta Rosario Murillo.
Dentro de las estructuras del partido gobernante hay un descontento muy fuerte por la postura de la vocera gubernamental, que ha aprovechado su condición de esposa de Daniel Ortega, para imponer mano de hierro contra las bases de su partido. En los últimos años, Murillo desplazó a exsecretarios políticos, excaciques departamentales del FSLN y a los llamados comandos electorales, ligados a Lenín Cerna.
Según una fuente de la Secretaría del FSLN, la crisis de liderazgo que enfrenta el Gobierno está siendo aprovechada por quienes fueron excluidos, y parte de la estrategia es “responsabilizar a Rosario Murillo por que no supo manejar el conflicto, y por el contrario, con el discurso incendiario donde llamó minúsculos, tóxicos y almas pequeñas a los manifestantes, atizó la inconformidad, incluso de militantes históricos que ya estaban apoyando a los chavalos que estaban en las calles”.
Viejos lideres quieren tomar el control del partido
Según la fuente, dentro de la operación para arrebatar el poder a Murillo están «Lenin Cerna quien está a cargo del occidente del país, Álvaro Baltodano quien está trabajando con la base histórica, Nicho Marenco y el General Humberto Ortega estarían sosteniendo platicas de cara al supuesto dialogo nacional».
Está fuente también reveló a Artículo 66, que Bayardo Arce estaría sosteniendo conversaciones con la cúpula empresarial para evitar un paro nacional, incluso dicha fuente asegura que el General en retiro Omar Halleslevens se estaría organizándose con generales y coroneles en retiro y con la estructura histórica del partido Sandinista.
Salen a las calles en los departamentos
Como prueba de la revitalización de los viejos cuadros del sandinismo en los departamentos, nos enviaron fotos de las fichas de Cerna en el occidente, como el caso del exdiputado Marcelino García Quiroz, quien es catalogado como «un viejo cacique sandinista» leal a Daniel Ortega. Marcelino García, fue diputado sandinista durante tres periodos consecutivos, desde 1996 hasta el 2011. Era uno de los diputados más fieles a Ortega en Chinandega, pero desde el 2011 había entrado en contradicciones con los operadores de la vicepresidenta Murillo.
Marcelino García es un antiguo dirigente bananero, que a lo largo de “los años duros” del FSLN sostuvo económicamente al partido rojinegro. Era el encargado de poner y quitar candidatos a alcaldes y diputados y manejaba las estructuras del partido en todo el departamento.
El 22 de febrero de este año, Helen García, hija del exdiputado denunció una supuesta persecución por parte de dirigentes y exdirigentes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de la que, según dijo, era víctima su padre. Marcelino García, sin embargo, es quien ahora encabeza movilizaciones con exmilitares para respaldar a Ortega, en esta etapa de crisis.
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«Denuncio a través de este medio (Facebook), como Militante Sandinista, como hija, como hermana, como parte de una familia de sangre como de lucha, provenimos del movimiento obrero y campesino. Todos los atropellos, persecuciones y abusos de poder de los que hoy es preso mi Padre: Marcelino García, mi familia de sangre y de lucha, militantes históricos de la causa sandinista», denunció en ese entonces la hija del excombatiente del FSLN.
La pugna que denunciaba la hija del exdiputado, según una fuente política en Chinandega, incluyó la toma del edificio donde funcionaba la Asociación de Trabajadores del Banano (TRABANIC) y la imposición de una directiva obediente al ala murillista, alentada por el secretario político departamental José Manuel Espinoza «Chemaya» y el exalcalde Indalecio «El Chino» Pastora.
Según la filtración el objetivo principal de los viejos líderes del Frente Sandinista y los combatientes históricos es retomar el poder del partido, apartar a Rosario Murillo del poder y «hacer cambios en las estructuras partidarias del país sacando a la gente de Rosario Murillo y ubicar en su lugar a retirados militares».
El informante confió que parte de la estrategia, que ya está en marcha, incluye la separación de Murillo de las actividades organizativas de la maquinaria política del FSLN que pretende recuperar a su base. «Le han exigido a Daniel (Ortega) que la señora (Murillo) se separe de todo lo que tiene que ver con organización del partido. Ella no puede hablar en nombre del partido ni la propaganda debe mencionarla. Ya solo nos referiremos al respaldo a Daniel, nada que a Daniel y la compañera Rosario. Eso se acabó».
«Si ves, ya ella solo habla de los ministerios sociales, solo habla en los canales (de televisión) de los programas que dirigen los ministerios sociales, que son los que ella controla. Pero no hablará por el partido, ni las estructuras y vamos a cambiar a todas las estructuras y secretarios políticos a nivel de departamentos y municipios», finalizó la fuente.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]