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En San Miguelito, Río San Juan, las comunidades opositoras al proyecto del canal interoceánico han sido abandonadas por los gobiernos municipales controlados por Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En El Dorado o El Rótulo, los caminos están destrozados y los más de seis ríos que pasan desde El Tule hasta El Fajardo se vuelven intransitables cada vez que llueve. Esas localidades tampoco tienen puentes que brinden las condiciones de seguridad requeridas para que los habitantes del lugar puedan usarlos ante la crecida de los caudales.
Gregoria Flores, campesina de la comunidad El Dorado III, en uno de sus intentos por llegar a la casa de su hermano para entregarle una gallina que cocinarán para Navidad, se percató que el Río El Cojo estaba crecido y al ver las fuertes corrientes que podían arrastrarla decidió pasarse por el único método que tienen esas comunidades para trasladarse: un puente suspendido a más de tres metros de altura sobre el nivel del río, por cuatro cables metálicos y más de veinte tablas inestables y separadas.
Flores, carga un bolso y la gallina, y apoyada en un trozo de madera, se arriesgó a atravesar el puente colgante, construido por los mismos pobladores en un intento por mejorar la comunicación y el tránsito en la zona.
Cuando la humilde mujer estaba a dos metros de culminar su travesía, sus botas llenas de lodo y las tablas mojadas y deterioradas le jugaron una mala pasada. La estructura se tambaleó y Gregoria cayó sentada en una de las tablas. La campesina asegura que “no es la primera vez que me caigo en el puente”. En una ocasión anterior, según contó, quedó colgando de los cables y, en el intento por salvar su vida, logró subir los pies para seguir el camino.
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Flores expresó su frustración por el abandono que dice existe por parte del gobierno municipal a las comunidades de San Miguelito. “En estos años no han realizado ningún proyecto que venga a resolvernos esta necesidad”, aseguró molesta porque esa situación pone en peligro su vida y la de sus familiares.
En ese mismo puente han sucedido otros incidentes más graves. José Esteban Méndez, hijo menor de Flores, en una de las tantas ocasiones en las que se ha visto obligado a cruzar el puente ese cayó y quedó inconsciente durante tres horas. Gregoria recuerda que a su vástago no lo trasladaron a ningún hospital, ya que en estos poblados “si no contamos con bestias (yeguas o caballos) para trasladarnos, solo podemos llegar a pie porque los buses o camiones no cruzan cuando los ríos están llenos”, destacó con indignación.
Colectas para reparar sus propios caminos
Los pobladores afirman que ante la situación de abandono gubernamental en esas comunidades se han tenido que organizar para componer sus caminos con material duro. Según dicen, cada camión de piedras les cuesta aproximadamente mil córdobas. Para recoger ese dinero y reparar sus caminos la comunidad ha recurrido al cobro de peaje. Las camionetas livianas pagan 50 córdobas para entrar a las comunidades. El dinero lo recolecta un poblador que se ubica en la entrada a El Tule
Adolfo Ojeda Lara es un campesino de la comunidad Armenia II, en El Rótulo, Río San Juan. Según comenta este dirigente de la lucha anticanal, “en toda la ruta canalera las carreteras están desbaratadas”.
“Aquí este camino medio lo repararon la gente de esta zona, recogiendo dinerito y pagando unas máquinas, les cobraban dos mil pesos por cada camionada de piedra y ahí van rellenando huecos”, explicó el campesino.
Ojeda denunció que en esas comunidades la alcaldesa sandinista, Ana Clemencia Ávalos bloquea cualquier proyecto de desarrollo de la zona canalera, en venganza porque estas comunidades mantienen la resistencia contra el megaproyecto anunciado por el Gobierno de Daniel Ortega y exigen la derogación de la ley 840.
“El motivo de no apoyarnos ha sido que como nosotros no estamos de acuerdo con las cosas que ellos hacen y porque no entregamos las tierras. Entonces, al que no se somete a los dictados de este sistema, le echan todo en cima, todo lo que ellos tengan a su alcance, toda la maquinaria (política) del gobierno se la tiran encima. Estamos en el desamparo total”, concluyó el líder campesino.
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