La vicemandataria de Nicaragua, Rosario Murillo, en su acostumbrada alocución a medios oficialistas celebró la solicitud de la Asamblea Nacional dominada por su régimen en la cual llaman a Daniel Ortega a que abandone la Organización de Estados Americanos (OEA) luego de la resolución emitida por el organismo en el cual declara ilegítimas las elecciones presidenciales de Nicaragua.
Murillo utilizó su gastado discurso sobre el injerencismo de los países que condenan las «acciones antidemocráticas» de su régimen afirmando que «es una declaración ante las reiteradas acciones injerencistas de la Organización de Estados Americanos en los asuntos internos del Estado de Nicaragua. Declaración que defiende nuestra soberanía nacional, nuestra dignidad nacional y nuestro decoro nacional, además insta al jefe del Estado a denunciar la carta de la OEA y a renunciar en consecuencia a una organización que no respeta ni sus propios instrumentos fundacionales», dijo la vocera gubernamental.
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«Una organización que sirve a los intereses del imperio norteamericano, sirve a los mezquinos intereses de los vendepatrias», reiteró Murillo. La vocera gubernamental se mostró molesta ante el rechazo a sus elecciones demostrado por la OEA durante la 51 asamblea del organismo internacional.
«La última acción injerencista de la OEA fue manifestar que las elecciones generales celebradas en nuestro país el pasado siete de noviembre carecen de legitimidad democrática obedeciendo a los intereses de traidores de la patria y personeros de la Casa Blanca de Estados Unidos de América y sus subordinados», expresó Rosario Murillo.
La resolución aprobada la mañana de este 16 de noviembre por la aplanadora sandinista en la Asamblea Nacional cataloga de «irrespetuosa, ilegítima y absolutamente ignorante» el proyecto aprobado en la OEA. 25 países miembros de la organización regional votaron a favor de una resolución en la que declaran «ilegítimas» las votaciones generales de Ortega del siete de noviembre.
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Esta declaración presentada por el Parlamento asegura que el organismo político internacional durante los últimos años ha optado por «intervenir en los procesos electorales legítimos de los pueblos de nuestra América, injerencia que ha quedado documentada por investigaciones independientes, con el único afán de preservar un orden internacional a la medida de los intereses de los Estados Unidos de América y otros gobiernos subordinados».
La resolución de la 51 Asamblea General de la OEA aprobada por la mayoría de estados miembros orienta al Consejo Permanente realizar una «evaluación colectiva inmediata» de la situación política que vive Nicaragua aplicando próximamente la Carta Democrática Interamericana al país centroamericano.