A lo largo de los últimos tres años, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo le ha negado al menos a seis presos políticos la oportunidad de darle el último adiós a sus madres y han tenido que padecer el dolor encerrados en una cárcel . El caso más reciente es el del líder estudiantil Max Jerez, a quien las autoridades le negaron asistir al funeral de su progenitora que se realizan este viernes.
En la mayoría de estos casos los abogados defensores de los reos políticos hicieron la solicitud correspondiente ante las autoridades competentes, sin embargo ninguna de estas fueron aprobadas por el régimen, violando así la Ley 473 del régimen penitenciario que establece que todo reo tiene derecho a una «salida transitoria» en caso del fallecimiento de los padres, cónyuge o hijos.
Para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), esta es otra «perversa» forma de tortura que la dictadura de Daniel Ortega ha utilizado contra los presos políticos, quienes también son sometidos a maltratos psicológicos.
«Otro acto perverso e inhumano por parte del régimen Ortega-Murillo. No permitió a Max Jerez ver a su madre con vida por última vez. Condenamos esta otra forma de tortura contra los detenidos por razones políticas y sus familias», señala el CENIDH a través de un mensaje publicado en Twitter.
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Estos son los seis presos políticos que perdieron a sus madres mientras estuvieron en las cárceles:
1- El 18 de noviembre del 2018 murió de un derrame cerebral Martha Lorena Rocha Rocha, de 51 años, madre del preso político Misael Escorcia, de 18 años. Las autoridades penales no permitieron que el reo de conciencia le diera el último adiós.
2- El 2 de diciembre del mismo año también falleció por complicaciones producto de una Neumonía la señora Carmela Arteta, de 94 años, madre del militar en retiro Alfonso Morazán Castillo. En ese momento los familiares del reo recurrieron al Cenidh para gestionar un permiso especial que le permitiera salir de las celdas por unas horas para que asistiera a los funerales de su progenitor, pero el esfuerzo no tuvo éxito.
3- Martha Isolina Bucardo Campos, de 67 años, falleció el 16 de diciembre de 2018 producto de un infarto y no pudo ver en libertad a su hijo Francisco Homero Pérez Bucardo y su nieto Bryan Francisco Pérez Ampié, quienes meses después fueron puestos en libertad mediante una Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional, controlada por el dictador Ortega.
4- A la lista se suma el fallecimiento de Aura Cela Palacios García, de 68 años, madre del opositor y ahora exreo político Chester Membreño, originario de Masaya. La ciudadana murió en enero de 2019 y tampoco pudo ver en libertad a su hijo. Ella era una de las madres que pedía de manera constante la libertad de su hijo.
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5- Petrona Domínguez, de 73 años, madre del actual preso político Wilfredo Brenes Domínguez, murió el 2 de junio de 2020 tras presentar fiebre, tos, cansancio y baja de presión. Pese a sus múltiples enfermedades, Petrona Domínguez siempre estuvo al lado de su hijo, exigiendo justicia y libertad. Al reo político tampoco se le permitió despedir a su madre.
6- Este viernes 17 de septiembre falleció Heydi Meza, madre del dirigente estudiantil y preso político Max Jerez después de permanecer por más de un mes internada en un hospital capitalino debido a un de derrame pleural y neumonía. Por más que los familiares y abogado de Jerez hicieron la solicitud correspondiente para el último encuentro con su madre, las autoridades de la Dirección de Auxilio Judicial no cedieron.
Así se desarrolla la vela de Heydi Meza, madre del líder estudiantil Max Jerez, fallecida la tarde de este viernes. Las autoridades policiales no le permitieron al nuevo preso político poder despedirse de su progenitora. #Artículo66 #DerechoAInformar Fotos: Artículo 66 pic.twitter.com/3Ty5s7Yc4y
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) September 18, 2021
Otras muertes
En la lista también figura doña Juana Petrona Herrera, madre de Marvin Vargas, conocido como “El Cachorro”, considerado uno de los primeros presos políticos de la dictadura de Daniel Orteg, secuestrado en el 2011. La señora murió exigiendo la libertad de su hijo, quien hasta la fecha permanece detenido.
Olinda Barberena, de 90 años, abuela materna del periodista y preso político Miguel Mora, falleció en febrero de 2019 durante la primera encarcelación del comunicador, a quien tampoco se le permitió despedirse de su familiar.
La ley es dura pero es la ley. Mejor dedicarse a trabajar y mejorar tu vida que andar de pendenciero en las calles
Las personas sin escrúpulos no tienen corazón, ni sentimientos, son insensible al dolor humano, es terrible cuando esas personas posee esos sentimientos xque los atrae lo DIABÓLICO, la brujería, la satanerias, son capaces d sacrificar almas para entregarlas a lucifer, máximo cuando está en peligro su poder y el dinero, no creen en Dios esa es la VENTAJA que tenemos ante estos dictadores que CREEMOS EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y ÉL ES EL PELEARÁ CONTRA EL MALIGNO Y SEREMOS VENCEDORES Y LIBRES D ESTOS ASESINOS . AMÉN.