En la homilía de este domingo, 12 de septiembre, desde la Catedral San Pedro, en Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de ese departamento, exhortó a los nicaragüenses a caminar y sufrir junto a Cristo el camino a la cruz, siendo víctimas de enfermedades y «ataques del demonio».
«La iglesia debe también recorrer el camino de la flagelación, de la pasión, del calvario, de la cruz, de la muerte que lleva al triunfo definitivo de la resurrección. La Iglesia que muchas veces es vilipendiada, señalada, acusada, calumniada. La Iglesia que muchas veces quiere ser mancillada por el demonio», afirmó Álvarez.
El religioso expresó que la Iglesia en tantas ocasiones «ha querido ser llevada a las plazas públicas para morir apedreada, La iglesia que ante un grupo de masas que son enfervorizadas en el fanatismo gritan como aquella gente de esos tiempos ante Cristo y Barrabás: Suéltanos a Barrabás y de Cristo dicen: Crucifícale».
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«La iglesia debe recorrer ese camino, no es nuevo, no es primera vez, es de siempre y ese es uno de los signos más evidentes que esta es la Iglesia es de Cristo (…). La iglesia debe seguir el ejemplo del su Señor, de su amado fundador, de su amantísimo esposo, Cristo», agregó el obispo.
En referencia a las agresiones e insultos por parte de la dictadura de Daniel Ortega, que califica a sacerdotes de «demonios y golpistas», monseñor Álvarez refirió que «la Iglesia debe seguir poniendo la espalda a quienes la golpean, la mejilla a quienes la maltratan y se burlan de ella. No apartar el rostro de los insultos y salivazos, porque es el único ejemplo que hemos recibido de nuestro amantísimo Señor».
«La Iglesia siempre proclama la verdad de Cristo. La iglesia recorre junto a su Señor, aprendiendo de Él, el camino de la cruz. Concluyo con las palabras de la bienaventuranza que encontramos en San Mateo capítulo cinco, versículo 11: dichosos ustedes cuando los insulten, los persigan y digan toda clase de calumnias, porque eso también hicieron son su padres», recalcó el jerarca católico.
«La pandemia es producto del mal uso de nuestra libertad»
En cuanto a la pandemia del COVID-19, Álvarez lamentó los decesos y hospitalizaciones de decenas de nicaragüenses a causa del virus. «Algunos sobrepoblando los hospitales y otros tantos padeciendo en el anonimato y en el silencio de sus hogares y todos padeciendo también la soledad, el silencio de la cruz que traspasa el corazón de verse impotente, incapaces ante este virus terrible, traicionero y mortal…».
«Los amigos, todos los que también sentimos la impotencia de hacer algo o algo más de lo que quisiéramos. El dolor de las familias que no le pueden dar el último adiós como desearan o como se debe al que ha partido por esta pandemia», agregó.
Además enfatizó en que esta pandemia no es voluntad de Dios. «Esta pandemia es producto del mal uso de la libertad humana, del mal uso que ha hecho la humanidad de su libertad, porque ¿qué Dios sería el nuestro, si todo este mar incalculable de dolor y sufrimiento fuera causado por Él?, ¿qué Dios sería el nuestro si todo este mar que pareciera infinito fuera venido de su corazón?».
Álvarez concluyó afirmando que «Dios llora con nosotros, nunca nos abandona, no nos juzga, no nos señala no nos condena, después llora con nosotros, está al pie de la cruz llorando con el enfermo. Allí está Dios con la familia que llora por no haberse despedido del ser amado».