El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo calificó al Gobierno de México de “injerencista, entrometido” y “sumiso” a los Estados Unidos. A través de la Cancillería nicaragüense, el régimen envió una incendiaria carta al embajador del país azteca en Managua, Gustavo Cabrera, en la que le reclama haber vertido unas declaraciones consideradas “abusivas” por Ortega-Murillo.
En su rosario de calificativos, la nota señala que “es lamentable el papel de miseria cultural, histórica y política que hoy juega México” y le sugiere dejar ese “desdichado” camino de “vanidades” y servilismo.
Noticia relacionada: Cancillería de Nicaragua se abalanzó contra embajador de México por retuitear declaraciones de Sergio Ramírez
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) solicitó una visita in situ a Nicaragua para comprobar que el régimen está implementando las medidas provisionales dictadas por en favor de los presos políticos Juan Sebastián Chamorro, José Adán Aguerri, Félix Maradiaga y Violeta Granera; así como a los líderes opositores Lesther Alemán, Freddy Navas y Tamara Dávila.
La Corte manifestó su interés en verificar que las personas beneficiarias sean exhibidas personalmente ante la delegación del Tribunal, y se constate su estado de salud por medio de médicos independientes.
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) informó que la condición de Lesther Alemán “es grave y preocupante” como resultado de los intensos interrogatorios y torturas psicológicas a los que es sometido por parte del régimen orteguista en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como “El Nuevo Chipote”.
“Los jóvenes organizados de la AUN lanzamos una alerta SOS ante el pueblo de Nicaragua y la comunidad internacional sobre el deterioro de la salud física y la actual condición psicológica del líder juvenil Lesther Alemán, detenido injustamente por el Gobierno de Nicaragua”, escribió la organización universitaria a través de un comunicado.
Familiares de 12 indígenas asesinados el 23 de agosto en el cerro Kiwakumbaih, en el corazón de la reserva de Bosawas, demandaron justicia para las víctimas y denunciaron que las autoridades “no han hecho nada” para capturar a los responsables de la masacre. A través de una conferencia virtual, los comunitarios de las zonas de Santa Clara, Santa Fe, Wiwinak y Saslaya relataron los hechos, reiterando que los autores del crimen fueron colonos armados.
El régimen de Daniel Ortega exaltó a sus oficiales señalados de ser ejecutores de la masacre contra opositores durante las protestas sociales de 2018, entregándoles una condecoración que recién creó para alentar a sus destacados miembros de la Policía.
La vicemandataria, Rosario Murillo, adelantó que los condecorados con la llamada Orden Rigoberto López Pérez son los sancionados primer comisionado Francisco Díaz, director de la Policía, y los comisionados generales Ramón Avellán, subdirector de la institución, Justo Pastor Urbina, jefe de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales la (DOEP), Luis Alberto Pérez Olivas, jefe de la Dirección de Auxilio Judicial, Fidel Domínguez, jefe de la delegación departamental de la Policía de León, y Juan Valle Valle, jefe de la Brigada de Tránsito:
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, advirtió que Nicaragua está viviendo una «vorágine sanitaria» producto de la pandemia de COVID-19.
Noticia relacionada: EE. UU. señala que los Ortega-Murillo copian las «jugadas» de Somoza al acusar falsamente a Sergio Ramírez
Manifestó que ya no se necesitan las redes sociales para saber los «incontables» casos de contagios y fallecimientos porque, actualmente, nos enteramos a través de un pariente o un amigo que pide una oración.
A partir del miércoles, ocho de septiembre, el Hospital Alemán Nicaragüense, en Managua, cerró sus puertas a la atención general para atender únicamente a pacientes con COVID-19. Una persona trabajadora del centro dijo a Artículo 66, en condición de anonimato, que una comisión encabezada por el doctor Carlos Cruz, director de Servicios de Salud del Ministerio de Salud, se presentó al hospital para dar la orden.
La medida se ejecuta en medio de un rebrote de contagios en todo el país y la falta de información sobre el manejo de la pandemia. En las epicrisis jamás se puede reflejar que el fallecimiento se debió a COVID-19, dice la orden.
El dictador Daniel Ortega reveló este jueves que la meta de vacunación contra el COVID-19 es de 2.8 millones de nicaragüenses mayores de 30 años, de los cuales “al día de hoy” se han inoculado 523,557 personas. Sin embargo, el mandatario no especificó si esa cifra corresponde a la primera dosis o incluye la aplicación de segunda dosis.
Ortega agregó que “dentro de pocas semanas”, a partir del 20 septiembre al 9 de octubre de este año, el Ministerio de Salud (Minsa) se prepara para recibir más vacunas y aplicar 400 mil dosis. “Y ahí estaríamos llegando, en ese momento, a 923,557 personas” vacunadas contra el virus.