El periodista radial y excandidato presidencial de Nicaragua en 2011, Fabio Gadea Mantilla, emitió su opinión sobre los nicaragüenses en el exilio que se encuentran exigiendo libertad y llaman a los ciudadanos que se encuentran dentro del país a manifestarse para «botar al gobierno orteguista». El propietario de Radio Corporación señaló que «es fácil gritar desde el exilio», pero la situación en Nicaragua es mucho más compleja.
«Hay nicaragüenses en el exilio que se sienten con el derecho a decirnos lo que tenemos que hacer para botar al gobierno orteguista. Nosotros les mandamos una millonada de dólares en las remesas mensuales y ustedes no mueven un dedo para luchar contra ese gobierno perverso, dice algún despistado en las redes sociales que por mandar tal vez cincuenta dólares a su familia quiere obligar a los ciudadanos a botar al gobierno, no dice cómo ni con qué», dice parte del artículo de opinión titulado «A todo pulmón», escrito por el político nicaragüense.
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Gadea Mantilla destaca que la organización desde el interior del país es como un arma para crear democracia, pero esta también ha sido desintegrada por el régimen de Ortega. Afirma que «no es gritando como se lucha, sino con el pensamiento sano, con la pluma, con la palabra bien dicha no a gritos en las calles. Vale más una palabra bien dicha que cien gritos desafinados».
El empresario radial asegura que vale más el diálogo que la confrontación sin sentido, insta a cada ciudadano a continuar desde su trinchera sin exponerse a lo que el régimen puede hacer a quien decida levantar la voz en su contra.
Gadea, que ha sido citado en dos ocasiones por el Ministerio Público para entrevistarlo por el caso de lavado de dinero que le achaca el orteguismo a la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, recordó que cada ciudadano en el exilio decidió salir de Nicaragua en busca de una vida más tranquila, pues la mayoría «se sintieron perseguidos y vigilados», ahora usan la palabra como una forma de luchar «en contra de un gobierno que catalogan como no democrático», al igual que los ciudadanos dentro del país, ya no tienen alternativa.
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«Hemos vivido luchando uno contra otro, nunca unidos en beneficio de la nación. Nos hacemos llamar “hermanos nicaragüenses”, pero no lo somos, más bien parecemos enemigos el uno del otro y eso nos ha conducido al fracaso. Necesitamos olvidar rencores, tratarnos como hermanos para no vivir en perpetua guerra, en luchas permanentes peleando por llegar al poder», destaca Gadea en su artículo publicado en La Prensa el siete de septiembre.