1. No hay que olvidar que la estrategia del régimen Ortega-Murillo es dejar que las personas se infecten tanto como sea posible. Lo que anhela es que se alcance la inmunidad colectiva, no les importa ni el número de contagiados ni de fallecidos.
2. Han querido aplicar, Ortega-Murillo, el “modelo sueco” para enfrentar el coronavirus. Por priorizar la economía, no hay economía ni salud. Posiblemente asesorado por Paul Oquist (gringo de padres suecos), aunque no es ni médico ni epidemiólogo, es escuchado por la cúpula del poder.
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3. El mentor o padre del “modelo sueco”, el epidemiólogo Johan Giesecke, hablando de la epidemia y la política expresó: “(La epidemia) es una oportunidad para que aquellos que quieren poder, lo consigan. Y yo creo que ese es el mayor riesgo de esta pandemia. Por supuesto que la enfermedad y las muertes son un gran riesgo, pero las consecuencias políticas creo que son peores”.
4. Es decir, aplican el “modelo sueco” porque quieren adquirir más poder, esa es la lógica de “el poder o la muerte. El poder descarnado es razón principal por la cual aplican el “modelo sueco” con el agregado orteguista-murillista de la promoción del contagio y el secretismo sanitario. A mi criterio lo que dice Giesecke acerca de obtener más poder y permanecer en el poder, responde a muchas de nuestras inquietudes.
5. A la concreta, están aplicando el “modelo sueco” para obtener más poder, ya que piensan que se van a desarticular los movimientos sociales. Ellos piensan que el coronavirus va a destruir y eliminar las protestas porque la sociedad entrará en shock por la crisis sanitaria y ellos adquieren más poder para permanecer en el poder más allá del 2021. La oposición tiene que dejar de ser inocente y abandonar la creencia que el régimen actúa con una lógica racional humanista. Su lógica es simplemente: “el poder o la muerte”, no ceder.
6. El “modelo sueco”, la estrategia sanitaria implementada por el régimen, contribuye a incrementar el contagio y la epidemia avanza exponencialmente. En consecuencia, la cantidad de infectados, al mismo tiempo, aumenta considerablemente. Y esto implica no disponer de mayor tiempo para socorrer a los enfermos, capacitar al personal de hospitales y tener conocimiento más certero de la enfermedad, etcétera.
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7. Los pequeños comerciantes ambulantes, choferes de buses, trabajadores de la construcción, de la agricultura, pasajeros del transporte colectivo, personal hospitalario (médicos, enfermeras, personal de apoyo y administrativo), trabajadores informales que, día a día, llevan el pan para sus familias, corren el mayor riesgo de enfermarse o morir y caer, aún más, en la pobreza.
8. Además, el modelo adoptado causará tanto daño a la economía (la incertidumbre es el peor enemigo de la inversión) como a la salud de la población. Dicho de otro modo, el sistema de salud va a colapsar totalmente con miles de enfermos al mismo tiempo, en estado crítico y con necesidad de cuidado intensivo.
9. Al adoptar el “modelo sueco”, por llamarle de alguna forma, es un grave error estratégico del régimen Ortega-Murillo. El riesgo es enorme porque no hay sistema hospitalario para atender a la población infectada ni van a poder esconder el número de fallecidos. La población va a culpar a Ortega-Murillo por no haber tomado ninguna medida preventiva. Esto va a provocar la posible implosión social, tenemos que tener una estrategia para el caso.
Tienen mentalidad de gato los gobernantes y sus asesoras.
Es triste pero muy real su perspectiva.
Bueno.
Vamos a esperar lo que nos viene.
Nosotras salimos solo lo indispensable ,quisiera que la poblacion fuera mas cuidadosa con su vida y la de su familia
Los actuales gobernantes de Nicaragua son psicopatas. No son seres normales. La estrategia de apostar por la inmunidad de rebaño les va a salir muy cara y a la larga será el final de su dinastía. Cuando se enferme uno de ellos, uno de sus familiares o uno de sus más cercanos colaboradores se darán cuenta del error que están cometiendo pero lo peor vendrá cuando el caos causado por la epidemia acabará destruyendo al régimen.