Durante uno de sus comunicados en los medios oficialistas, la vicepresidenta Rosario Murillo expresó su descontento con respecto a los festejos que se realizaron en todos los departamentos del país en honor a Sheynnis Palacios, primera nicaragüense en ganar el certamen de Miss Universo. Murillo calificó las caravanas, el ondeo de banderas azul y blanco y la algarabía de la población como un plan de los opositores para preparar un «golpismo destructivo».
En su comunicado, Murillo también calificó la celebración por el triunfo de la beldad nicaragüense como «provocaciones maquilladas, confabulaciones, distorsiones, manipulaciones burdas, vulgares, elementales, propias de siervos imperiales, fracasados y derrotados».
El discurso de la vocera de la dictadura orteguista generó respuestas de los opositores en las redes sociales. Por medio de su cuenta oficial de X, el activista Héctor Mairena catalogó como «cavernícola» la reacción de la vicepresidenta a la «genuina alegría de los nicaragüenses» por su Miss Universo. De igual manera, Mairena indicó que Murillo tendría que «tragarse su amargura».
Dictadura quiere un país silencioso
Para la activista y excarcelada política Dora María Téllez, el problema de Rosario Murillo es que «quiere que el país esté en silencio». Afirmó que la molestia del régimen es que los nicaragüenses, de manera espontánea y autoconvocada, salieron a las calles a celebrar el triunfo de la beldad y que realmente, Murillo sólo quiere tener a la población «silenciada» y que «repita lo que ella dice».
La historiadora consideró que la «politización» de Palacios en el concurso de Miss Universo comenzó cuando los periodistas y presentadores de televisión oficialistas comenzaron a burlarse de la modelo con apodos denigrantes, burlas de sus orígenes y sátiras con respecto a su participación en el certamen de belleza. De igual manera, recordó que la dictadura había ordenado prohibir la entrada de Palacios a Nicaragua, pero la retiraron cuando la nicaragüense se coronó como la mujer más bella del mundo.
«Es evidente que para el régimen de los Ortega-Murillo ha sido totalmente incómodo que esta joven obtuviera un triunfo en el cual ellos no tienen nada que ver. Ellos no pusieron un centavo, no la administraron, no se subió con la bandera del partido orteguista, no se arrodilló a dar gracias al ‘comandante’ y a la ‘compañera’, y eso es, en realidad, lo que le molesta a Rosario Murillo», destacó Téllez.
Agregó que «Murillo quisiera que Sheynnis Palacios actuara como Rosendo Álvarez o El ‘Chocolatito’ González que en cada una de sus peleas finalizaban con la camiseta del partido y que terminaban dándole gracias a Rosario Murillo y Daniel Ortega por cada paso que dan y que terminaban mostrando la bandera roja y negra». Téllez señaló que «ese es el punto con esta muchacha, que ella sí sacó la bandera de Nicaragua y representó al país. Jamás hizo distinción entre unos u otros nicaragüenses».
«Esas historias de que si la CIA es la que le dio la corona o no se la dio, que si ahora se trata de crear una candidata presidencial y que para eso la están formando… Todas las teorías de la conspiración orteguista habidas y por haber, que salen de la boca de los voceros principales de la familia Ortega-Murillo en los medios de comunicación es una cosa innegable. Ellos son los que han introducido una división terrible en el pueblo nicaragüense y que cada vez es menor porque hay menos gente que los está respaldando a ellos», recalcó la activista.
Murillo «tiene miedo»
La feminista nicaragüense e integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres Azahálea Solís coincidió en que la politización de la Miss Universo 2023 fue iniciada por parte de Murillo para encubrir sus temores a un nuevo levantamiento. «Lo que la ciudadanía nicaragüense hizo fue una celebración sentida desde lo más profundo y de ahí nace el miedo del régimen al pueblo».
Solís consideró que a los Ortega-Murillo «les incomoda» las demostraciones de amor, alegría y cariño hacia la modelo diriambina. «Es un orgullo que sintió cada nicaragüense y que se vio reflejado en ella porque es una nicaragüense auténtica y que vivió lo que vivieron miles y miles de nicaragüenses».
«La memoria de la ciudadanía está flor de piel y eso les quedó explícitamente demostrado con la reacción tan rápida de la ciudadanía que no se puso a pensar en que está prohibido salir a las calles, cantar el Himno Nacional, cantar ‘Nicaragua Nicaragüita’, sacar la bandera de Nicaragua y que está prohibido que a un nicaragüense se le otorgue ningún reconocimiento internacional sin que antes sea solicitado al Gobierno», destacó Solís.
En las declaraciones dadas por Murillo este miércoles, 22 de noviembre, calificó a Palacios solamente como «una bonita muchacha». A pesar de que antes el régimen había extendido sus felicitaciones a la familia de la Miss Universo 2023, por medio de un comunicado que ni siquiera fue firmado por ellos, por Ortega y Murillo, como acostumbran.