La Parroquia Santa María Magdalena, ubicada en el barrio indígena de Monimbó, en Masaya, fue clausurada por órdenes de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La acción fue ejecutada por la Policía al servicio del régimen en horas de la mañana de este viernes, 23 de marzo.
En las afueras de la parroquia se apostó una patrulla policial y una docena de agentes que impiden el ingreso del padre Bismarck Conde, vicario foráneo de Masaya y párroco de la Iglesia Asunción, de ese departamento.
La presencia del padre Conde se debe a que ayer, 22 de marzo, la Policía intentó apresar al padre Pedro Méndez, encargado de la Iglesia Magdalena, por haber realizado una jornada de ayuno oración por la liberación del obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.
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El operativo para aprehender al padre Pedro Méndez fue encabezado por el comisionado Juan Valle Valle, confiaron fuentes en condición fe anonimato a Artículo 66. La feligresía y el padre Conde impidieron que la Policía se llevara detenido al párroco Méndez. Los sucesos ocurrieron en horas de la noche de ayer.
«Al padre se lo querían llevar (detenido) ayer, pero la feligresía se opuso y (la jerarquía católica) se lo llevaron a la Catedral de Managua. Ahorita quien está de padre (encargado) es Bismarck Conde, pero la Policía dice que la iglesia está cerrada, la de María Magdalena. El comisionado Juan Valle Valle dio la orden», dijo la fuente.
«Ellos (la policía) no dejan entrar a nadie, dijeron que va a permanecer cerrada. Ayer había una jornada de ayuno y oración por monseñor (Rolando) Álvarez, entonces por eso fue que fueron a buscar al padre Pedro Méndez», añadió.
«Guerra contra la Iglesia»
La congresista norteamericana de origen cubano, María Elvira Salazar, denunció recientemente ante sus colegas del subcomité del Congreso que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una «guerra» contra la Iglesia católica nicaragüense. La política manifestó que ni la dictadura de Somoza se atrevió a «meterse» con la Iglesia.
La denuncia la elevó durante una audiencia de subcomités de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos en la que abordaron la situación de Nicaragua.
Durante su intervención, Salazar llamó «satánica» a Rosario Murillo y «hombre demasiado pequeño» a Daniel Ortega por su persecución contra religiosos. Los participantes también abogaron por monseñor Rolando Álvarez y pidieron más presión contra la dictadura.