Tras más de 24 horas de asedio policial contra las oficinas de Cáritas y la Curia Episcopal de Matagalpa, donde reside monseñor Rolando Álvarez, el obispo salió la mañana de este jueves, cuatro de agosto, con el Santísimo en mano a encarar a los agentes y paramilitares de la dictadura.
«¿Por qué no dejan entrar a los que trabajan en la Curia? ¿Qué está sucediendo? Que alguien me explique por favor. ¿Qué está pasando aquí? «¿Qué es lo que está sucediendo. ¿Tendremos que celebrar la eucaristía en la calle, tendremos que agarrar a Jesús Sacramentado en la calle?, pues lo hacemos porque el Señor es el Señor de las calles, es el Señor de la historia» expresó el religioso a oficiales de la Policía que los asedian con fusil AK en mano.
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Recalcó que es es la Policía de Ortega la que altera el orden, «nosotros estamos tranquilos aquí (en la Curia) nos levantamos de mañana, nos preparamos, vinieron los seminaristas, vinieron los sacerdotes, vino el coro, vinieron los muchachos que transmiten todos los jueves la Santa misa que celebro (…) pero son quienes quieren que caigamos en provocaciones, pero tampoco nos vamos a quedar sin adorar al Señor», afirmó con aplomo.
Luego de la breve salida, Álvarez ingresó a la Curia, recordándole a los agentes policiales que él se encuentra solo por la noche junto a su vicario general y «cualquier cosa que me suceda, ustedes ya lo sabrán, espero que no pase nada, espero que me respeten mi vida, mi integridad y que respeten a la Iglesia Diocesana de Matagalpa, aquí estoy. De ustedes depende mi vida, que el Señor los guarde y bendiga».
Pide al pueblo de Nicaragua orar por los sacerdotes
El prelado también pidió a «los hermanos no católicos que oren por nosotros los sacerdotes, oren por nosotros para que el Señor nos santifique santifique, nos convierte y nos proteja, que el Señor nos llene de paz, de misericordia. de justicia, de reconciliación de solidaridad y fraternidad en todos los nicaragüenses».
«También les pido a todos los nicaragüenses de buena voluntad, hombres y mujeres sinceros que quieren el bien para Nicaragua (…) que se unan, no importa su fe, su religión, su creencia, su ateísmo, pero que oren para que no estén fuerzas policiales alterando el orden, sino que ayuden a la población a vivir en paz», agregó.
En la transmisión de la Diócesis de Matagalpa también se logró observar el asedio a una mujeres que estaban arrodilladas viendo el recorrido de monseñor Álvarez. «Obispo amigo, el pueblo está contigo. Álvarez, amigo el pueblo está contigo»; coreaban los feligreses apostados en la calle.
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En los últimos meses, la dictadura de Ortega emprendió una persecución contra la Iglesia católica y sus principales líderes. A inicios de mayo, la Policía había iniciado una ola de asedio contra los sacerdotes, entre ellos está el padre Harving Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista, de Masaya; el padre Uriel Vallejos, párroco en Sébaco, Matagalpa.
Monseñor Álvarez es uno de los sacerdotes mas asediados por la dictadura de Nicaragua. Esta es la segunda vez que la Policía emprende un fuerte asedio en su contra, no permitiendo que la feligresía ingrese a la Curia.