El senador Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, aseguró que reconsiderá el Tratado de Libre Comercio (DR-CAFTA) que mantienen con países como Nicaragua, Venezuela y El Salvador tras el alineamiento de estos tres países con Rusia y la invasión militar a Ucrania.
Menéndez explicó que no solo se limitarán a revisar los tratados comerciales con estos países, sino que también van a evaluar la política en general de Estados Unidos con los gobiernos que han expresado su respaldo al presidente ruso Vladimir Putin. El dictador nicaragüense, Daniel Ortega, ha mostrado públicamente su apoyo a las decisiones del Kremlin.
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«Cuando vemos que un mandatario actualmente oprime a su pueblo, entendemos que están dispuestos a oprimir el pueblo de otro también y en ese sentido no me sorprende que Venezuela, que Nicaragua, que estos países están alineados con Rusia. Eso tiene una consecuencia y no es porque ellos no tienen el derechos de definirse con quien quieren, pero es lo que están haciendo dentro de sus propios países que no es aceptable dentro de la orden internacional y por eso tenemos que mirar a los tratados de libre comercio que tenemos con estos países», enfatizó el funcionario norteamericano.
«Esos fueron tratados no solo basados en carácter comercial, pero también con referencia de un respeto de valores puntuales; esos valores obviamente no existen en Nicaragua. Están en gran riesgo en El Salvador, así que vamos a tener que reconsiderar eso y la política nuestra en general hacia estos países», añadió.
Los tres países que menciona Menéndez se abstuvieron de votar una resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que condenó la invasión militar rusa a Ucrania. Nicaragua y Venezuela son aliados de Rusia. Ambas naciones recibieron delegaciones de alto nivel del régimen ruso en medio del conflicto armamentístico.
La eliminación del CAFTA afectaría las exportaciones, el empleo, la actividad económica, la recaudación de impuestos y las cotizaciones al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, explicaron economistas independientes. También implicaría la caída de las exportaciones del sector textil que rondan entre los 1 mil 300 y 1 mil 500 millones de dólares anuales.
Expertos han señalado que la principal consecuencia de la salida de Nicaragua de CAFTA no es dejar de vender a Estados Unidos, sino que las empresas tendrán un mayor costo para exportar sus productos al mercado norteamericano.