El diario estadounidense The New York Times confirmó que Estados Unidos ha deportado a ciudadanos nicaragüenses desde la base naval de Guantánamo, en Cuba, hacia su país de origen, como parte de una operación respaldada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el periódico, el pasado jueves, tres de abril, un avión Airbus A320 partió de Alexandria, Luisiana, con 100 deportados nicaragüenses. Hizo una escala en la base militar de Guantánamo, donde se sumaron otros 44 ciudadanos que se encontraban previamente detenidos en ese lugar, totalizando 144 personas que llegaron a Managua.
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La información también fue verificada por Thomas Cartwright, miembro de la organización Witness at the Border, que desde 2020 rastrea vuelos de deportación estadounidenses.
«El jueves (3 de abril), el ICE repatrió a 44 migrantes nicaragüenses que habían sido trasladados a la base naval días antes», indicó The New York Times en su reporte.
El vuelo fue operado por la aerolínea Global X (Global Crossing), una de las seis compañías subcontratadas por Classic Air Charters, empresa que mantiene contratos con el ICE para realizar este tipo de operaciones. El número de vuelo fue G66194.

Según el mismo diario, hasta inicios de abril de 2025, al menos 400 migrantes, en su mayoría venezolanos y nicaragüenses, han sido enviados a Guantánamo como parte del proceso de deportación.
La administración del presidente Donald Trump implementa una política que permite enviar migrantes directamente desde Guantánamo a países como Venezuela, El Salvador y Nicaragua. Esta estrategia, ahora confirmada, muestra cómo el uso de la base naval se ha extendido más allá de su tradicional función militar o de detención de prisioneros.
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Estas revelaciones reavivan el debate sobre el uso de instalaciones militares para fines migratorios y el impacto humanitario de las políticas de deportación adoptadas durante el mandato de Trump.
Deportaciones a Nicaragua en la nueva era Trump
Sobre las deportaciones, Daniel Ortega y Rosario Murillo guardan silencio aunque hay señales que sí están recibiendo vuelos de nicaragüenses sin papeles desde Estados Unidos. Tampoco mencionan programas de acogida o planes para la reinserción social.
Un registro formulado por el medio digital Confidencial basado en las plataformas de rastreos aéreos FlightAware y Avionio reporta que a Managua han arribado cinco vuelos con deportados desde el regreso de Trump. Arriban el primer y tercer jueves de cada mes y son operados por a través del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
Confidencial detalla que cuatro de los viajes partieron del Aeropuerto Internacional de Alexandría, en Louisiana, y uno desde Houston, Texas. Fueron operados por la aerolínea Global X (Global Crossing), constituida como una de las seis empresas aéreas que es subcontratada por “Classic Air Charters”, compañía que tiene contratos con ICE.
La capacidad de cada vuelo es de 180 pasajeros, pero la dictadura nicaragüense está muda sobre esos arribos, sobre la identidad de los deportados y sus planes para recibirlos. Ante un clima de represión, se teme que a estos nicaragüenses se les esté interrogando y que en dependencia de sus vínculos permanezcan bajo vigilancia estatal. Públicamente, Ortega solo se ha referido una vez a las deportaciones expresando su solidaridad con los migrantes sin exponer un solo dato sobre la situación de Nicaragua.