Mientras el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Paulo Abrão califica a las dictaduras de Nicaragua y Venezuela como «la vergüenza» de América Latina, varias organizaciones defensoras de derechos humanos y de la democracia de Brasil han enviado una carta al presidente de ese país suramericano, Luis Inácio Lula da Silva, para que presione al dictador venezolano, Nicolás Maduro, y dé paso a una transición pacífica y democrática en el Estado venezolano.
El pasado viernes, 27 de diciembre, Abrão, al comentar un reportaje de BBC News Mundo, que describe el paralelismo que han formado los dictadores Daniel Ortega, en Nicaragua; y Maduro, en Venezuela; en cuanto a los métodos de represión y anulación de libertades públicas, señaló que ambas dictaduras se han constituido en una vergüenza para la región.
«Son dos dictaduras que avergüenzan a la región. Toda dictadura necesita una “apariencia de legalidad”. Esto es lo que sucede con la propuesta de una Constitución dictatorial en Nicaragua y la escandalosa “elección” de casi 15.000 “jueces de paz comunitarios” en Venezuela», criticó el defensor de DD.HH.
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El reportaje del medio internacional que comentó Abrão describe las similitudes en los métodos represivos que han empleado los dos dictadores que además son socios ideológicos. También expone las similitudes entre las formas empleadas para anular el Estado de Derecho que incluye reformas legales que le permiten a ambos tiranos atornillarse en el poder.
Piden a Brasil asuma liderazgo en lucha por la democracia
En tales circunstancias, seis organizaciones defensoras de derechos humanos y de la democracia de Brasil le enviaron una carta al mandatario brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva para que «adopte medidas concretas para ayudar a garantizar una transición democrática y pacífica en Venezuela».
Asimismo, las organizaciones recuerdan que la más reciente escalada en la crisis política venezolana es producto del fraude denunciado en las elecciones presidenciales celebradas en ese país hace cinco meses.
«A pesar de la fuerte evidencia de fraude electoral identificada y documentada por observadores internacionales, el presidente Nicolás Maduro avanza para asumir su tercer mandato sin que hasta la fecha no se hayan presentado las actas electorales que acrediten su victoria en las elecciones de este año», dice la carta enviada a Lula.
Entre las medidas urgentes que piden a Lula sean tomadas en cuenta para democratizar Venezuela destacan «no confirmar el resultado electoral hasta que los registros originales hayan sido verificados y la ONU decida el caso formal (investigación) en trámite.
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Igualmente, le piden al mandatario brasileño «garantizar protección a solicitantes de asilo político a venezolanos en la embajada argentina en Caracas, bajo custodia del gobierno brasileño».
Otra petición es que Brasil apoye a la sociedad civil venezolana «contra la represión y la criminalización». Finalmente, le solicitan a Lula «demandar la liberación de personas detenidas arbitrariamente en el contexto de las protestas contra el presunto fraude electoral».
Las organizaciones defensoras cierran su carta destacando «el papel estratégico de Brasil en la defensa de la democracia en América Latina», y advierten que la normalización del origen de la actual crisis político-institucional en Venezuela comprometería su liderazgo regional.
El dictador Nicolás Maduro ha sido duramente cuestionado por no presentar las actas originales del conteo de votos en las votaciones de julio pasado, lo que evidencia que ocultan el fraude que denuncia la oposición. Entre los pocos gobernantes que han ofrecido su apoyo a Maduro destaca el tirano nicaragüense Daniel Ortega.